Productores ganaderos “tienen una oportunidad única para certificar su carne de carbono neutro”

La Certificación de Carne Carbono Neutral es una solución que puede garantizar al consumidor de carne que las emisiones de cada kilo que consuma serán compensadas y que su dieta no engrosa su huella de carbono. En una actividad realizada en Paysandú, expositores dejaron en claro que la certificación ambiental de embarques puntuales de carne bovina, probando con datos que es carbono neutro, va creciendo y Uruguay se abre camino en el mundo, apostando a la diferenciación y a la valorización de las ventas.
En una actividad desarrollada en las instalaciones de la Asociación Rural Exposición Feria de Paysandú (Arefp), Bredeers & Packers Uruguay (BPU) perteneciente al grupo japonés NHFoods, junto a la empresa Montes del Plata, presentaron la experiencia de certificación de carne carbono neutral y la oportunidad que esto brinda para agregarle valor a las carnes uruguayas.
El ingeniero agrónomo Daniel De Mattos, asesor de Breeder and Packers Uruguay, señaló a EL TELEGRAFO que “cualquier actividad humana genera emisión de gases de efecto invernadero, gases que hacen que el calor se concentre en la tierra y produzca calentamiento”. Precisó que la carne vacuna “ha sido apuntada con el dedo muchas veces, incluso por organismos internacionales de ser una de las responsables de la contaminación, lo que se ha hecho injustamente, sobre todo en sistemas de producción como el uruguayo”.
Esto ha hecho que los consumidores en los mercados más destacados “se hayan sensibilizado sobre estos temas, incluso algunos gobiernos han realizado llamados a consumir menos carne”, dijo el empresario.
Sostiene que “aquí Uruguay tiene una oportunidad única, por los sistemas de producción, por la convivencia que existe en Uruguay, de sistemas sustentables que incorporan la forestación, además de sistemas de producción de largo plazo, y que además demuestran que nosotros en lugar de emitir esos gases de efecto invernadero, realmente tenemos un balance muy negativo desde el punto de vista de capturar más de lo que emitimos”. Entiende que “suena un poco contradictorio, pero así es la cosa”.
Los productores que están nucleados dentro de Montes del Plata “tienen una oportunidad única de certificar estos sistemas de producción, y mostrar que la carne que ahí se está produciendo, realmente es muy beneficiosa desde el punto de vista ambiental”.
“Nosotros creemos”, agrega De Mattos, que el mercado “va a reconocer este tipo de certificaciones. Es muy incipiente todavía, pero el hecho que, primero se pueda verificar que estas cosas se están haciendo de una manera sustentable, y después certificarlo con un organismo independiente como es lo que estamos proponiendo actualmente, hacen la oportunidad que podamos salir a capturar un valor en el mercado internacional de carne, que esperemos sea un precio bastante bueno para que se pueda trasladar hacia el productor”.
Manifestó que el consumidor en los países europeos, Asia y en Norteamérica “está sensibilizado con este tema. Hoy salió la noticia de que el gobierno japonés está subsidiando el consumo de productos amigables con el medio ambiente: sean estos ropa, comida o cualquier tipo de insumos. Esto hace que no solamente los gobiernos estén caminando hacia ahí, sino que también los consumidores”.
Agregó que “a pesar de que los mercados aún no están formados, y que recién estamos saliendo con volúmenes muy pequeños, tanto nosotros como algunos de nuestros competidores, esperamos que esto tenga un valor adicional en esos mercados”.
De Mattos enfatizó que en BPU “estamos abocados a una certificación bajo una norma internacional que es la 14.067 de las Normas ISO, y que hoy es certificada por SGS, un organismo internacional de certificaciones reconocido a nivel mundial.

Buscando el plus

Recordó que cuando comenzó a discutirse sobre la trazabilidad a fines de la década del 90, “iniciamos nuestros planes pilotos. En este siglo se hablaba que la trazabilidad era un intangible que no traía un valor detrás. Sin embargo, Uruguay sacó ventajas dentro del mercado internacional, frente a los competidores de la región, y algunos competidores extraregión, aún siendo un país sin aftosa y con vacunación, logramos abrir mercados a los que nadie podía acceder”.
Entiende que esto “es algo muy similar. Uruguay como país tiene oportunidades únicas en mostrar sus sistemas de producción amigables con el medio ambiente, y es un paso desde el punto de vista privado, que intenta poner a disposición del consumidor, una carne certificada carbono cero”.
La empresa que pertenece al grupo nipón NH Foods, realizó hace algunos meses su primer embarque de cortes bovinos uruguayos verificados como carbono neutro. Esos cortes proceden de predios que la empresa tiene certificados y con estrictas mediciones de la huella ambiental, pudiendo cumplir con todos los requerimientos de datos que imponen los estándares internacionales.
El embarque tuvo por destino Japón, pero además se hicieron algunos envíos de muestra, tanto para América del Norte como hacia la Unión Europea”, procurando generar “una demanda que todavía es incipiente o directamente no existe”, remarcó el ejecutivo.
BPU Meat apunta a aprovechar las ventajas que tiene en Japón, porque es una empresa de capitales nipones (Grupo Nipponhan/NH Foods). Este grupo compró en 2017 la totalidad del paquete accionario de BPU Meat por U$S 135 millones, abriéndose camino en la producción de carne bovina en Uruguay.

MONTES DEL PLATA

En Junio de 2021, el grupo forestal Montes del Plata y BPU Meat firmaron la primera certificación de carne carbono neutro de Uruguay. En el marco de esa iniciativa, el frigorífico de capitales nipones se comprometió a desarrollar una marca específica que representará a Uruguay en los mercados internacionales.
Agustín Inthamoussu, consultor en Cambio Climático y Desarrollo Sustentable, quien expuso en la actividad realizada en Paysandú sobre la experiencia de certificación de carne carbono neutral, dijo a EL TELEGRAFO que “los datos que se pueden usar para cuantificar las emisiones surgen de cada predio, quienes tienen su forma de manejo, su dotación, alimentación del ganado, variables que deben ser consideradas para cuantificar las emisiones”.
Acotó que se debe conocer que “se les brinda de alimentación al ganado, si son rodeos de cría qué porcentaje de preñez, qué porcentaje de parición, muchos datos que surgen del propio establecimiento”.
“Montes del Plata lo que hizo fue medir la huella de carbono”, especificó el profesional. “Es medir los gases de efecto invernadero, pero lo miden para su empresa. Como en su empresa tienen muchas plantaciones, les sobra captura de carbono por la fase industrial, la fase de transporte, por toda la actividad relacionada a Montes del Plata, hay emisiones, pero también hay muchos árboles y mucha captura, incluso hay excedentes de captura”, subrayó Inthamoussu. Precisó que esos excedentes “se están aprovechando para neutralizar las emisiones de la ganadería, que muchas veces están dentro de predios de Montes del Plata, pero también está en otros predio fuera de la empresa”.
Indicó que se ganado “fuera de predios de Montes del Plata, también tiene cierta área de tierras arrendadas para producir árboles. Un productor puede tener una alianza con Montes del Plata, tener su ganado pero árboles de la empresa, y puede formar parte del grupo para tener producción de carne de carbono neutral”.
acusados
La carne y la ganadería están en el banquillo de los acusados por ser los principales contribuyentes al calentamiento global que deriva en la crisis climática actual. Principalmente, por generar altas emisiones de metano, un gas de efecto invernadero (GEI), por degradar la tierra y por la deforestación derivada de la actividad ganadera.
El 97,7% de las emisiones de metano (CH4) de los bovinos son causadas por la fermentación entérica durante el proceso de rumiación (lo que conocemos como eructo). Además, las deposiciones (orina y estiércol) en las pasturas generan emisiones de Óxido nitroso (N2O) y Metano (CH4). El metano es un potente gas de efecto invernadero y su poder de calentamiento es 21 veces mayor que el dióxido de carbono.
La ganadería no deja de ser un sector clave para el desarrollo socioeconómico sostenible y, en particular, de nuestro país. Porque contribuye a la seguridad alimentaria, a la nutrición, al alivio de la pobreza y al desarrollo de las economías regionales. Mientras tanto, el mercado muestra que cada vez más los consumidores incorporan criterios ambientales en sus decisiones de compra. En el mundo, 1 de cada 3 compradores ha cambiado a productos similares que tienen un impacto positivo en el ambiente y el 60% de la población quiere reducir su impacto ambiental, pero le cuesta encontrar productos sustentables para lograrlo, de acuerdo a un estudio de Kantar de 2021.