Desde hace varios años en Paysandú está funcionando la campaña Percheros Solidarios para que quienes necesiten abrigo, puedan pasar por esos espacios y tomarlos.
Carolina y Fabrizio formaron esta organización llamada “Gente con propósito verdadero” –en redes sociales se puede encontrar el grupo escrito todo con letras mayúsculas– que entre otras acciones solidarias que realizan, cada invierno colocan percheros para que las personas cuelguen ropas de invierno que luego serán utilizadas por todo aquel que las necesite.
“Siempre asistimos casos puntuales en diferentes situaciones. Un día surgió la necesidad de llegar a más gente y entre un grupo de amigos se nos ocurrió esto que ya en otros países se hacía”, contó Carolina, integrante de la organización.
Este es el séptimo año que este matrimonio coloca estos percheros construidos por ellos. “Nos comunicamos con Policía Comunitaria que nos fue ayudando y nos enseñaron que debíamos poner un perchero en una zona concurrida donde la gente lo pudiera cuidar, vigilar, con cámaras para una mejor organización y seguridad. La gente que dona confía en que las prendas llegarán a buen destino y que no se las llevarán para vender”.
Este invierno hay dos percheros activos, uno ubicado en la estación de servicio de Leandro Gómez y Cerrito y el otro en Peluquería Lorena que está en Herrera casi Ituzaingó, frente a la Asociación Cristiana de Jóvenes.
Por otra parte, existe un centro de acopio para quien prefiera dejar allí las prendas, en Leandro Gómez 1164 de lunes a viernes de 16:30 a 20:30.
“No damos abasto, la gente está muy necesitada”
La integrante de organización comentó que “lo que nos ha pasado este año es que nos han donado poca ropa y han pasado días vacíos los percheros. Necesitamos que la gente nos ayude donando ropa de abrigo. En esta ocasión también estamos necesitando alimentos no perecederos para casos puntuales que se nos presentaron. No damos abasto, la gente está muy necesitada”.
“Nuestra idea es esta: que el abrigo llegue de la manera más fácil y rápida. Entonces yo quiero dar algo, voy y lo cuelgo; el que lo necesita, va y lo saca. Para evitar los abusos, tenemos la ayuda de los pisteros de la estación de servicio y de Lorena, que regulan un poco todo. Estamos muy agradecidos con esos tres locales que nos ayudan porque sin ellos no existimos”.
