Víctima de trata y ahora activista de prestigio internacional pide entrevista con Lacalle Pou

Al conmemorarse el sábado el Día Mundial en Contra de la Trata de Personas, una uruguaya que fue víctima solicitó ser recibida por el presidente Luis Lacalle Pou, llamando la atención al tema. Sandra Ferrinni ha sido víctima de trata, pedofilia, trata de personas interna y externa por 37 años, desde cuando tenía 8 años.
Su historia es desgarradora. A tan temprana edad fue vendida por su madre al panadero del barrio y luego a otros vecinos. A los 12 años se hizo novia del que sería su proxeneta principal, quien la vendía por temporadas y la volvía a comprar. La vendió a proxenetas en diferentes países, desde Argentina, Brasil, Paraguay, Australia, España, Francia, Holanda, Suiza. Fue propiedad de casi todas las mafias.

“Como todos los años el 30 de julio se conmemora el Día Mundial en Contra de la Trata de Personas, fecha en la que alzo mi voz desde mi experiencia vivida como sobreviviente, para que existan políticas públicas efectivas y que no se vuelva a repetir mi historia, que es la de tantas”, indica en su carta al Presidente.
Tras su definitiva liberación se convirtió en la activista por los derechos humanos en temas de trata más reconocida de la región. Presidenta fundadora de la Asociación Civil “Sí a la Vida”, conferencista y tallerista en países como México, Perú, Bolivia, Argentina, Italia y Marruecos. También principal panelista en la Mesa de Trata de Personas de la OEA en la Cumbre de las Américas 2018 y actual colaboradora.

“Señor Presidente, no somos cifras; somos personas, familias, madres, hijas, abuelas. Conocedora de su sensibilidad y compromiso social en el tema, quisiera poder sostener una breve reunión con usted y así plantearle, desde la experiencia, canales de lucha en contra de la trata y la explotación sexual, en todas sus facetas, tomando en cuenta que Uruguay lamentablemente se convirtió con el tiempo, en un país de origen, tránsito y destino”, subraya Ferrinni. “Ninguna mujer nació para ser una persona en situación de prostitución, ninguna para ser humillada, manoseada, vejada, mil veces penetrada; aunque hasta ella misma crea que lo hace por voluntad propia, siempre estará siendo forzada, si no es por un proxeneta, por una razón extrema. Se dice que es dinero fácil pero no lo es, nadie sabe todo lo que está pasando dentro de una habitación, que deja heridas y secuelas irreparables a nivel físico, económico y mental”.

La antes víctima de trata y ahora activista reconocida internacionalmente hace hincapié en apegarse a las medidas que según la ONU, cada Estado debería cumplir sobre la asistencia y protección a las víctimas de trata de personas.

Ellas incluyen la protección a la identidad de las víctimas; la aplicación de medidas destinadas a prever la recuperación física, sicológica y social de las víctimas como: un alojamiento adecuado, asesoramiento e información, en particular con respecto a sus derechos jurídicos, en su idioma, asistencia médica, sicológica y material; oportunidades de empleo, educación y capacitación; seguridad física de las víctimas mientras se encuentren en su territorio; velar porque su ordenamiento jurídico interno tome medidas que brinden a las víctimas la posibilidad de obtener indemnización por los daños sufridos.