El pasado fin de semana se llevó a cabo el “Encuentro dos orillas” de kayakistas y canoeros de Argentina y Uruguay, que tuvo como base la isla Caridad, frente a Paysandú.
El evento fue organizado por el kayakista Sergio Monzón de Concepción del Uruguay, y se hizo en forma de travesía autoconvocada, en la cual cada participante va por su cuenta, sumándose así al encuentro donde todos siguen un plan general, pero con libertad de decisión.
De Argentina participaron más de 100 kayakistas de ambos sexos provenientes de distintos puntos de la región, entre ellos de Entre Ríos –Concepción del Uruguay, Colón, San José, Concordia, Gualeguaychú, Rosario del Tala, Paraná, etcétera— así como de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.
La partida fue de Liebig, departamento de Colón, de donde salió el grupo argentino para rodear la isla del Queguay por el norte, tomando luego dirección al sur pasando por el Varillal, con destino a la punta norte de la isla Caridad. Si bien la idea original era acampar en el Varillal, se decidió por la Caridad debido a que en la desembocadura del Queguay casi no había arenal por la altura del río, que estaba en 2,40 metros.
En la Caridad se sumó un grupo de uruguayos, la mayoría del club sanducero Amandayé Ipeguá, que acompañaron a los argentinos, generando gratos momentos de confraternidad.
Tras pasar la noche en la Caridad, donde hubo fogones bajo la luz de la Luna llena, el domingo un extenso grupo de argentinos continuó su travesía hasta la zona de Casa Blanca. Allí rodearon las islas para volver a descansar a la Caridad, en un extenuante recorrido de más de 30 kilómetros, la mitad con corriente en contra.
En tanto el domingo retornaron a Liebig, para dar fin a la primera travesía autoconvocada Dos Orillas.
Organización
Sergio Monzón explicó a EL TELEGRAFO que la idea de esta travesía surgió del grupo “Rumbo en proa”, que conforman diez amigos kayakistas de Concepción del Uruguay y Rosario del Tala, con el fin de generar una actividad que no se estaba haciendo en la región.
Monzón trabaja en un club náutico de la Histórica (como se conoce a Concepción), el cual en la guardería de kayaks cuenta con unos 300 botes pero “son muy poquitos los que salimos a marchar en travesías”.
Por eso le pareció una buena idea promover este ecodeporte y a través de redes sociales, contactos y el boca a boca logró reunir “algo así como 105” personas, entre ellas unas 30 mujeres, de edades entre los 18 años y más de 60.
La mitad de los participantes “decidieron volverse a Liebig el domingo por su cuenta con su grupo porque había pronóstico de lluvias y vientos del suroeste”, pero “en esa zona yo prefiero el suroeste que el sur”, porque se puede remar al reparo contra costa argentina para evitar las olas.
“Esta sería la primera edición, y siempre va a ser autoconvocada. No se cobra inscripción, cada uno va por su cuenta, autosuficiente. Lo que siempre exigimos es el uso de chaleco salvavidas”.
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