Comerciantes sanduceros: “para fin de año vamos a estar fundidos”

Al cabo de más de una hora de reunión en la que participó alrededor de un centenar de personas –la gran mayoría pequeños comerciantes– y directivos del Centro Comercial e Industrial de Paysandú, se convino convocar al intendente departamental, Nicolás Olivera, a una reunión a celebrarse la próxima semana, en fecha y hora a determinar, a efectos de poder trasladarle directamente sus inquietudes ante la grave situación que afecta al departamento por el trasiego de mercadería a través del puente General Artigas. Hubo consenso entre los participantes que respondieron a la convocatoria de ayer por la tarde en dependencias de la gremial sanducera en que “la situación no da para esperar más” y que ya han cerrado numerosos pequeños comercios de nuestro medio, con la consecuente pérdida de puestos de trabajo y envíos al Seguro por Desempleo. En tanto tampoco hay toma de conciencia por gran parte de la población de que se está haciendo un profundo daño a la economía del departamento y perjudicando a los propios trabajadores, sobre todo, cuando cunda el desempleo y y no haya posibilidades de evitar una situación traumática para todos. En el marco de un sinfin de planteos y testimonios, surge como común denominador la ausencia de controles efectivos desde la Aduana, que es considerado el epicentro del problema, y se reclamó la vigencia del “cero kilo” como la única respuesta posible a esta situación, aún con las dificultades que tiene de implementación y que se trate de una medida antipática, aunque se reafirmó que el problema no está en aquellas personas de escasos recursos que tratan de hacer rendir sus pesos en la vecina orilla, sino sobre todo en aquellos que tienen buen poder adquisitivo y que van en sus vehículos “a traer de todo, lo que no precisan” a la vez de gastar en artículos suntuarios y servicios de todo tipo en la vecina orilla, aprovechando la abismal diferencia de precios por la brecha cambiaria.

Directivos rindieron cuentas

Los integrantes de la Directiva del Centro Comercial, con su presidente Juan Innella a la cabeza, abrieron la reunión dando cuenta de las numerosas gestiones, entrevistas, comunicaciones y planteos que han estado formulando desde hace más de dos años, “cuando había tiempo para hacer algo efectivo para cuando se reabriera el puente y todos sabíamos lo que iba a pasar, pero no se nos dio la respuesta necesaria y fuimos cayendo en esta situación que se ha agravado en los últimos meses”.

Hicieron hincapié en que siempre fueron recibidos por las autoridades, tanto por el intendente Nicolás Olivera como por la Aduana, “que han mostrado disposición y venido cuando lo hemos solicitado”, pero la realidad indica que todo lo que se ha hecho, poco o mucho, “ha sido insuficiente y la realidad indica que lo que hoy se requiere son acciones contundentes de corto plazo, porque no hay tiempo para acciones de mediano y largo plazo, que si bien son importantes no servirían de nada cuando siguen los cierres y la pérdida de puestos de trabajo en el día a día”.

También expresaron los directivos que se requiere una mejor respuesta de los comerciantes y empresarios en general, a las convocatorias a trabajar y recibir inquietudes por el CCIP, por cuanto “somos unos pocos” los directivos trabajando, incluso con traslados a su propio costo y tiempo distraído de sus emprendimientos, por lo que entienden fundamental contar con una respuesta de los empresarios como la de la tarde del miércoles.

Además, destacaron que ante una numerosa concurrencia a la reunión, “hay por acá no más de diez socios” del Centro Comercial, lo que no es un reproche, sino destacar la importancia y necesidad de que se cuente con una mayor masa social y con un amplio respaldo en las gestiones para hacer ver la representatividad de la gremial, y tener la posibilidad de efectivamente dar una mayor contundencia en las gestiones ante las autoridades nacionales, que es donde se pueden adoptar las medidas que se reclama, sobre todo en lo que refiere a los controles aduaneros que están faltando.

Planteos y testimonios

Entre numerosas propuestas, planteos, reclamos, inquietudes, aportes, preguntas, rezongos, relatos de vicisitudes que se atraviesan, temores, expectativas, evidentemente los testimonios de los afectados fueron la clave para determinar por aproximación la gravedad de la situación que se da en Paysandú, como así también es el caso de la vecina ciudad de Salto, a la vez de dar cuenta de que se trata de una enorme cadena y pocos sectores o emprendimientos se salvan de la debacle que se está generando.

Así, por ejemplo, entre decenas de testimonios personales, una empresaria del área de la estética femenina subrayó que el 24 de agosto, previo a la noche de la nostalgia, “en años anteriores trabajábamos de corrido durante todo el día, y no dábamos abasto, En esta oportunidad, vinieron solo tres personas, porque todos los otros se fueron a Colón. Se hacen todo allá, depilación, manicura, peinados, etcétera”.

Otro asistente a la reunión dijo que en “en una semana hemos contado que cerraron veinte comercios en Paysandú”, y consecuentemente perdieron el empleo varias personas de pequeños emprendimientos. Otro comerciante sostuvo que ”teníamos seis empleados y nos quedamos con uno”, mientras que otro aclaró que “no estamos contra la gente que va a Colón para poder parar la olla y traer los artículos que necesita, sino a la vez contra quienes tienen otras posibilidades y sin embargo van a traer de todo, lo que necesitan y lo que no, a la vez de consumir en todos los servicios y artículos que son perfectamente prescindibles”. Otro apuntó que “no hacemos cuestión en la gente, sino en las autoridades que no toman medidas, porque hay que ser claro, lo único que sirve en este momento son los controles, y más aún, el cero kilo”, planteo que fue respaldo plenamente por los asistentes, haciendo hincapié en que “hablan de cinco kilos por persona, pero en un auto van tres y ya son quince kilos que se hacen veinte o treinta. Así no se puede seguir. Hay que implantar el cero kilo, y cero kilo quiere decir cero kilo. Ahora ni siquiera hay balanza para que se diga que son cinco kilos, que todos sabemos que no se cumple”.

“Hay que meter presión entre muchos, hay que manifestarse, hay que ir hasta el puente y hacerse escuchar, porque esto no da más, nos vamos a fundir todos para fin de año”, saltó otro comerciante, a la vez que pidió “el apoyo de las distribuidoras, que vayan con sus camiones hasta el puente, y hacer ver lo que pasa, porque todos estamos en la misma y caeremos todos”.

A la vez hubo voces en el sentido de que “dice la Aduana que no tiene personal para los controles, pero tampoco vemos a la Intendencia que ponga inspectores de Tránsito a hacer espirometrías, tampoco a Policía Caminera controlando en la salida. Nadie hace nada para controlar”. Asimismo, otras opiniones pusieron énfasis en que “se demore doce, quince, veinte horas en las colas del puente, para disuadir a los que van en auto a fundir a Paysandú”, y que solo se “deje pasar a las personas que van a pie, con mochila, a traer las cosas de primera necesidad, porque hay un acceso en el puente para que puedan cruzar a la Argentina los que tienen familiares, los verdaderos turistas o los que tienen la necesidad de cruzar por otras circunstancias”.

Desde los asistentes se reclamó que “hay que hacerle ver a los empleados públicos que cruzan el puente, que ellos ganan 80.000 pesos por mes, a los que le pagamos el sueldo de nuestros impuestos, y sin embargo nos están perjudicando a los que pagamos los impuestos para que ellos vivan bien”.
Otras inquietudes hicieron notar que “los que más nos perjudican son los que tienen recursos, porque además de cruzar para comprar de todo tipo de cosas, van a ópticas, peluquerías, dentistas, farmacias, etcétera. Nos están fundiendo a todos. ¿Y qué va a pasar cuando ya no queden comercios en Paysandú? ¿Quien va a quedar en pie? De a poco, pasadas las 14, y tras más de una hora de acalorados planteos, la reunión se fue quedando sin gente por los compromisos de cada uno, pero quedó como paso inmediato el reclamo de medidas drásticas de corto plazo, ante la emergencia, para lo cual es un aspecto fundamental la reunión que se plantea sostener con el intendente Olivera la semana próxima para contar con su apoyo ante los organismos directamente involucrados en la compleja problemática, así como con las medidas que sean competencia del gobierno departamental.