La cosecha de cultivos de invierno ya arrancó en el litoral con buenas expectativas de potenciales de rendimiento. “Fue un año bueno para los cultivos de invierno”, señaló a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Luis Simean, agregando que “si bien fue seco y faltaron las lluvias de primavera, para la parte agrícola en nuestra zona fue bueno, con un invierno frío y seco que es bueno para los cultivos”.
El gerente de Copagran Paysandú dijo que la colza ya viene siendo levantada. “Se inició antes de las primeras lluvias y proseguimos hace unos días, con una semana que se ha venido trabajando a buen ritmo, bajo las distintas modalidades, gente que ha hilerado, otras que hicieron algunas aplicación de secante, y gente que cosecha directo”.
Los rendimientos se están dando dentro de las previsiones, “con variedades de situaciones”, sostuvo el profesional sanducero, “teniendo chacras muy buenas por encima de los 2.000 kilos por hectárea, y otras que anduvieron por los 1.200 kilos, sobre todo de chacras que se sembraron muy temprano y tuvieron episodios de lluvias que significaron una mala implantación”.
Respecto a la cosecha de trigo y cebada, indicó que “en estas jornadas se estará arrancando con las primeras chacras”. Destacó que los cultivos de cebada “están muy lindos, esperándose buenos rendimientos y buena calidad del grano”.
También los últimos episodios de lluvias en la zona “ayudaron mucho a que se completara un buen llenado de grano, lo que genera expectativas de muy buenos rendimientos”. Similar es el panorama para el trigo, “aunque seguramente demore un poco más en arrancar con las primeras chacras a cosechar, y con las expectativas de buenos rendimiento y calidad”, dijo Simean.
Para Francisco Thomasset es una zafra que para la colza “viene linda”. Dijo que “si bien hubieron chacras a la que le cayó granizo en el momento del nacimiento, se recuperaron, pero no van a llegar a los rendimientos que se consideran buenos en el cultivo, y que oscilan entre 1.800 y 2.000 kilos por hectárea”.
“Las que zafaron de esa granizada vienen excelente, con rendimientos que están entre 2.500 y 2.600 kilos”, explicó el representante en Paysandú de Eco Agropecuario, “y también sabemos de rendimientos mediocres para el sur, pero en esta zona del litoral viene muy bien, a pesar de que recién están arrancando, y habrá que esperar que sucede cuando se pase raya al cultivo, y se analicen los promedios generales”.
Respecto al avance del conocimiento sobre el cultivo, indicó que “los productores no solo le agarraron la mano, sino que también salieron productos específicos para mejorarle el potencial”. Recordó que en el comienzo del cultivo, “se probó con un productor de punta aguardándose que saliera todo bien, y lamentablemente salió cero, y no hubo rinde porque había desinformación de las necesidades que tenía la colza. Desde el 2005 a esta parte pasaron muchas cosas, y actualmente demuestra que tiene un interesante crecimiento”.
En cuanto a la cebada dijo que fue un año “atípico” para el cultivo. “No estaban tan buenas en comparación con el trigo”, entendiendo que será un año para la colza y el trigo, y no tanto para la cebada; “incluso se verá mucha cebada forrajera, por lo que hemos podido ver en las chacras”.
Sostuvo que “tal vez les faltó agua, pero viendo la situación del río Negro al sur, tenemos que ser un poco justos con lo mal que están otras zonas del país”.
LOGÍSTICA
En cuanto a la logística para este año, y teniendo en cuenta que el área de cultivos de invierno es mayor a otros años, Simean indicó que “está más diversificada en cuanto a variedades, porque tenemos la colza y diferentes modos de cosecha, por lo que será una zafra más larga en el tiempo, y eso facilitará el tema logística, porque no va a estar tan concentrada como otros años”.
Para Thomasset cambió mucho la cabeza del productor. “En la colza es bastante sencillo, porque si bien ha mejorado el rendimiento, es un cultivo que a las cosechadoras les cuesta trillarlo, y por más bien que andes, más de cuatro camiones diarios no sacas. Entonces no sucede lo mismo que con el trigo, en donde si tenés una buena máquina precisas entre 8 y 10 camiones por día”.
Verano
La zafra de verano arrancó con las primeras siembras. “Se inició con los maíces de primera, siguiendo con el girasol –la cooperativa tiene un área similar a la de los últimos años–, y en estos últimos días se avanza con la siembra de soja”, expresó Luis Simean.
Se estima que será una “buena zafra, con crecimiento en las tres alternativas mencionadas, quedando este año un poco relegado el sorgo, pero se viene a buen ritmo, aunque también hay algún miedo respecto a los pronósticos de déficit hídrico”.
Las últimas precipitaciones registradas “permitieron sembrar los cultivos de primera, que era lo que venía un poco más retrasado, y también se va avanzando sobre el área de segunda, porque a las colzas que se van cosechando, atrás se viene sembrando la soja, aprovechando la humedad que quedó en el suelo a partir de las últimas lluvias”. La intención de siembra que se va relevando desde la Cooperativa Agraria Nacional con los productores establece que “el área va a crecer”, subrayó Simean. “El cuello de botella era si se podía sembrar cultivos de primera por la falta de lluvias, pero se está regularizando y creo que no habrá limitantes en el área”.
Recordó que hay pronósticos que “sostienen que a partir de diciembre se empezaría a revertir el fenómeno de ‘La Niña’, así que se podría sembrar en tiempo y forma”. “Con lo que llovió mejoró el ánimo y ahora los productores están aguardando que aumente la temperatura”, explicó por su parte Francisco “Panchi” Thomasset, “y además porque en teoría hay algunos pronósticos de enero y febrero con lluvias, y los productores están algo más relajados”.
Expresó que “estamos en una fecha temprana para la siembra de soja, y generalmente cuando la barra se pone nerviosa siembra ahora, y creo que este año van a arrancar entre el 10 y el 15 de noviembre la siembra”.
Explicó que cada vez es menor “la distancia entre los cultivos de primera y segunda en soja.
Al aumentar el área de colza que ya se está trillando, detrás viene prácticamente una soja de primera. Y después es un manejo de las variedades de cada uno de los agrónomos, que arranca con una variedad larga de primera, y después se van acortando esas variedades a medida que avanzan las de segunda”.
