El edil departamental David Helguera subrayó que no es conveniente construir el nuevo cementerio de Guichón fuera de la ciudad, en un camino rural muy deteriorado, cuando se puede hacerlo frente al actual si se compra un terreno incluido en lo que él denominó Expediente Barcia.
“Si permitimos que instalen un cementerio a 3 kilómetros, en una zona rural, sería algo completamente descabellado”, dijo Helguera.
“El alcalde (Martín Álvarez) dispuso iniciar las obras de instalación de un nuevo cementerio de la ciudad de Guichón a una distancia de 3 kilómetros aproximadamente, en un área totalmente rural, con una caminería históricamente en mal estado, sin ningún tipo de opinión de la población, cuando se establece por ley que para estas cosas debiera hacerse una audiencia pública, no solo tener el apoyo del concejo, sino que además -cuánto mejor- llamar a una audiencia pública para una obra de estas características”, dijo.
“Le advertimos”, aseguró, “pero el alcalde sigue adelante y sostiene que el Departamento de Obras y la Unidad de Diseño de la Intendencia de Paysandú le dio el aval, pero esos técnicos claramente no conocen las vicisitudes de los pobladores de Guichón a la hora de realizar un sepelio. La gente va caminando al cementerio, desde 18 de Julio, donde está la sala velatoria. Muchísimas veces los cortejos son con las personas caminando. En un alto porcentaje, la población de Guichón es de recursos insuficientes para pagar sepelios lujosos, con caravanas de automóviles y demás”.
Posteriormente explicó que “en Guichón hay un viejo expediente, desde la época del intendente Nino Pintos. Yo trabajé como edil en ese expediente, que podría llamarse el Expediente Barcia, porque así se llama la familia que actualmente posee un terreno, de unas 6 hectáreas, frente al actual cementerio. Una nueva necrópolis necesita unas dos hectáreas, quiere decir que quedaría lugar para otra obra, por ejemplo la construcción de viviendas”.
“Lo único que se requiere es que la Intendencia declare de necesidad pública ese terreno. Entre los muchos herederos -algunos ya no están- el señor Barcia, que vive en Guichón, puede negociar con la Intendencia. Pero como el alcalde no nos quiere escuchar, planteamos un llamado a sala en la Junta Departamental, para que el municipio en pleno venga y responda, para resolver en consecuencia. Hemos pedido que se detenga la obra, porque está la maquinaria trabajando, cuando en Guichón no es prioritario construir un nuevo cementerio. Hay que considerar que por año se realizan entre 15 y 18 sepelios y que el actual cementerio puede perfectamente continuar en funcionamiento varios años más. Lo que se requiere es de una buena gestión. Que la Intendencia haga las reducciones o convoque a los interesados. La norma dispone que la Intendencia puede hacerla por sí sola, porque es la que administra la necrópolis del departamento”.
Por otra parte el edil por el Partido Colorado dijo que “donde se lo quiere construir es donde el municipio tiene su cartera de tierras, está el abasto y el vertedero. Pero también tiene unas 5 o 6 hectáreas donde estuvo el viejo basurero. Puede servir para una empresa forestal, por lo que una posibilidad es que se venda ese terreno para poder comprar el que está frente al cementerio”.
Así las cosas, “la Intendencia debe animarse a hacer cosas que la norma le permite, sin avasallar los derechos de nadie. Pero hay que detener esta obra, es una cosa muy desprolija. La sociedad de Guichón no fue consultada y se está encolumnando detrás mio, para defender que no le pongan un cementerio a una enorme distancia considerándolo desde el punto de vista de una sociedad pobre, que no tiene chance de llevar flores a sus deudos si se lo construye fuera de la ciudad. Como dije en la Junta, es una loca idea”.
