Desde primeras horas de la mañana y en una soleada jornada primaveral, este 2 de noviembre los sanduceros asistieron en forma masiva al Cementerio Central para depositar flores donde descansan los restos de sus seres queridos.
Algunos a pie, otros en vehículos, llegaron durante toda la jornada para honrar a los difuntos en su día, pudiendo observarse la caminería interna reacondicionada por la Dirección de Aseo Urbano y Espacios Públicos, así como cuidados jardines. A las 9 y 30, en tanto, numerosos feligreses participaron en la misa celebrada en la necrópolis local, como ya es una tradición.
En los alrededores del cementerio una decena de puestos ofrecían mayormente coloridas flores artificiales, y otros también naturales, pudiendo acceder entre las primeras a costos muy económicos. A pocos metros del ingreso principal por calle Ituzaingó, EL TELEGRAFO dialogó con Silvia, vendedora de flores desde hace 12 años, con su puesto instalado siempre en el mismo lugar, quien se manifestó conforme con el movimiento del público hasta esa hora –ya cerca del mediodía–, en tanto se aguardaba aún mayor llegada de gente durante la tarde, como sucede habitualmente todos los años en esta fecha.