Había finalizado la final no apta para cardíacos entre Trébol y Cricket por el Súper URU de clubes, y era el momento de descargar esa tensión, esa emoción contenida en los protagonistas, que se fundieron en abrazos con la hinchada cuando ésta invadió el campo de juego.
En medio del mar de gente estaba emocionado Mateo Durán, head coach de Trébol, que compartió sus sensaciones con EL TELEGRAFO tras la consagración como mejor del rugby uruguayo. “Todas las finales tienen mucha emoción. No se puede jugar mucho, los nervios suelen jugar en contra y la verdad no fue un gran partido desde la propuesta, pero sí desde lo emotivo” dijo Durán.
¿Te ha tocado alguna vez algún partido tan difícil como éste? Le preguntamos al entrenador campeón, quien respondió que “la verdad que con tanto nervios como éste, no. ¡Y mirá que yo los sufro a los partidos!”.
“No estábamos cómodos. Cricket es un rival que te plantea siempre una batalla y nos incomodó desde el minuto uno hasta el final. La verdad que no pudimos desplegar el juego que intentamos, pero cuando te anulan tus armas es cuando hay que apelar a la rebeldía y al corazón. Eso es lo que a este grupo de jugadores le sobra. Sacamos el partido a puro corazón”, repasó.
Y agregó que “Cricket tiene la defensa más agresiva del campeonato, lo sabíamos y planificamos el partido tratando de vulnerar esa defensa. No lo pudimos hacer salvo en alguna ocasión. Es un equipo muy duro, siempre nos cuesta muchísimo contra ellos”.
Sobre el momento cúlmine del partido, el penal que pateó Alejo Durán a los 77’, dijo que “nunca miro nada en ese tipo de situaciones. Lo miro a él, no sigo la pelota y según sus gestos veo si entró o no. Por suerte hubo final feliz”.
Trébol toca el cielo con las manos. Por segunda vez en la historia es campeón uruguayo.