“Durante semanas lloraba mucho; me quebraba. Nunca antes había querido una entrevista con la prensa ni nada. Me sentía mal. Ahora ya pasó más tiempo, valoro otras cosas y veo que hay más gente. Me sentí impotente pensando que era la única estafada así, solo porque cometí el error de poner mi número de documento de identidad y pasó todo esto”. Eso dijo Liliana Protesoni, de Migues (Canelones), a quien “en un momento” le sustrajeron de una cuenta BROU asociada de su esposo, 9.000 dólares, unos 370.000 pesos. Las denuncias -todas ellas presentadas además en sede judicial- de clientes del Banco República que por diferentes modalidades resultaron estafados, siguen llegando a la Redacción, de varias partes del país. Al mismo tiempo que se recogen las mismas, la voz de los involucrados, plenamente identificados, se busca que autoridades del BROU accedan a una entrevista para explicar desde su punto de vista lo que ha ocurrido con, al menos, decenas de sus clientes. Liliana Protesoni contó a EL TELEGRAFO que “el 12 de agosto de este año recibí un mail que aparentaba proceder del BROU. En realidad estaba apurada cuando lo abrí. Pedía que cambiara mi contraseña porque corría peligro, de otra manera, que quedara bloqueada mi cuenta. Ingresé el número de mi documento de identidad y en ese momento pensé que podía ser un fraude. Así que me detuve y no puse ningún otro dato ni cambié mi contraseña”.
“Lo que sí hice inmediatamente -agregó- fue ingresar a mi cuenta por eBROU y ya me faltaban, de una cuenta asociada de mi marido 9.000 dólares. Solo con poner el número de mi cédula. Y en un instante”.
El siguiente paso fue “llamar al banco, porque estaba en Montevideo. Me dijeron que hiciera la denuncia y cuando volví a Migues eso hice. Me dijeron que esperara, que no sabían si podían hacer algo porque yo había puesto el número de mi documento de identidad desde mi cuenta de correo electrónico”. “Empecé a ir todos los viernes al banco (la sucursal Migues); me trataron siempre muy bien, pero no hicieron nada, no podían hacer nada”, agregó la damnificada. Si descubrió que “los 9.000 dólares fueron transferidos a una tarjeta Prex” por lo que “también inicié un reclamo ante esa tarjeta, pero tampoco logré resultado”.
“La cuenta a la que fue transferida no tenía saldo y -eso nunca lo entendí- no se identificaba al propietario. Eso me hizo dudar bastante de la seguridad de la tarjeta (que usé en algún momento) porque cuando se la pide hay que dar los datos personales, así que se supone que siempre saben nuestra identidad y la asocian a determinada cuenta.”
“El asunto es que me dijeron que me concentrara en el BROU, que ellos no podían hacer nada”. En tanto los estafadores “se comunicaron conmigo por WhatsApp pidiendo de nuevo que cambiara la contraseña lo que obviamente nunca hice ni nada parecido”. “En el BROU dieron en caso por cerrado, sin reconocer ninguna responsabilidad.”
“Se basaron en que yo había puesto mi número de documento en mi mail. Pero también en este caso no dijeron todo. Porque cada vez que se va a hacer un movimiento hay pasos que cumplir antes.”
“Nunca usé la llave digital, por ejemplo. ¿Cómo es posible que se apropiaran de nuestro dinero sin ese paso? No creo que el BROU no tenga responsabilidad. Por eso, hice la denuncia y está en Fiscalía. Si tan sencillamente cualquiera nos puede sacar nuestro dinero, el BROU es responsable por no contar con la seguridad necesaria”.
“Ahora que me he enterado que hay decenas de personas en situaciones similares, unidas en un WhatsApp en buena medida gracias al diario que es como nos comunicamos en primera instancia, siento que la fuerza es mayor, que juntos podemos realizar más y mejores acciones para que el banco reconozca los derechos que nos asisten”, subrayó Liliana Protesoni.