Intendencia de Río Negro informó que no considera viable proyecto de extracción al norte de San Javier

Según Stagi, el proyecto afirma que no es significativo el impacto desde el punto de vista de elementos patrimoniales, y sin embargo se trata de “un área que está marcada como sitio de estudio por los antropólogos”.

La Dirección de Ambiente, Higiene y Bromatología de la Intendencia de Río Negro realizó un informe respecto al proyecto de extracción de arena y canto rodado que planteó una empresa en cuatro predios pertenecientes al Instituto Nacional de Colonización al norte de la localidad de San Javier. El director, Adrián Stagi, indicó a EL TELEGRAFO que el lugar indicado está, por la distancia respecto al río, dentro de la faja de protección costera. Además explicó que hay tanto elementos naturales como patrimoniales que afectarían la viabilidad.

Una de las primeras precisiones que realizó Stagi es que el proyecto es únicamente de extracción de arena y canto rodado. “Se hablaba de tosca también, pero no, tosca no. Ahí no hay tosca”, dijo.
Acerca del proceso administrativo explicó que lo que la empresa hizo fue presentar, al igual que ante Dinamige, del Ministerio de Industria, Energía y Minería, y al Ministerio de Ambiente, una solicitud a la Intendencia “porque el emprendimiento se va a desarrollar en el departamento de Río Negro”.

El proyecto refiere a cuatro padrones, tres de los cuales están asignados a colonos. “Lo que están haciendo es presentando la idea del proyecto y solicitando la consideración por impacto ambiental de la iniciativa. Lo que hace la Intendencia es, teniendo en cuenta la información que se recibe, hacer una visita en el terreno, se hace una valoración del terreno y tener una entrevista incluso con uno de los colonos”.

MOJONES

Los colonos ya habían recibido a la empresa, “porque la empresa, bajo una autorización de Colonización, ingresó al predio y puso mojones. Se pudo ver el sitio, el área que se va a trabajar y visualizar también lo que es la propia área en cuanto a elementos de biodiversidad y elementos patrimoniales, e incluso el área que va a ocupar el emprendimiento y se hicieron las observaciones correspondientes”, detalló.

Stagi señaló que la colocación de los mojones permitió constatar algo que ya se veía en el informe de la empresa, “que es muy reducido y tiene una falta de información y no considera ciertos elementos; se observa que el emprendimiento está dentro de la faja de protección costera que establece la Ley de Impacto Ambiental”. Esta norma, dijo, rescata uno de los artículos del Código de Agua, que marca “una faja de protección costera de 250 metros. El mojón se encuentra a 50 metros de la costa del río Uruguay. También irrumpen lo que es la faja de uso público, que son 150 metros”, agregó.

DE INTERÉS

Según Stagi el proyecto afirma que no es significativo el impacto desde el punto de vista de elementos patrimoniales, y sin embargo se trata de “un área que está marcada como sitio de estudio por los antropólogos, que estuvieron trabajando en San Javier, después estuvieron trabajando en Artigas, y tienen un sitio marcado para hacer estudios de restos indígenas, incluso de enterramientos que tenemos al norte, ahí cerca de Puerto Viejo, en San Javier”. Explicó que los expertos consideran “que este sitio, por la morfología y la composición, es un sitio destacado para hacer estudios de patrimonio”.

Pero Stagi también señaló que hay elementos de biodiversidad a tener en cuenta en este lugar. “Tenemos elementos destacados de fauna y elementos destacados de flora, porque hay unos montes nativos muy interesantes y algunas especies que han sido motivo de estudio por la Facultad de Ciencias, como el maní silvestre que se encuentra ahí y de donde se ha rescatado una flora microbiana asociada a esta especie nativa, que tiene cierto potencial también”, resaltó. La zona es, además, limítrofe con el área protegida; “entonces es una zona también a considerar su protección, porque es como una zona de amortiguamiento al área protegida”, también conocidas como zonas buffer.

CAMINO

El director explicó cómo son los pasos que ha de seguir este proyecto, porque “no es que van a entrar ya porque pusieron los mojones, aunque en realidad no tendrían que haber habido intervenciones en el predio”. Sí, subrayó, el informe que salió desde su dirección “es totalmente desfavorable al desarrollo del proyecto”. Ahora deberá expresarse la Dirección Nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos, Dinabise, que puede dar andamiento para que inicie una etapa de evaluación del impacto ambiental, o puede descartar el proyecto en esta misma etapa.
“Lo que estamos haciendo desde la Intendencia es enviar esta información a Dinabise para que sea contemplada, ya que en esta instancia la dirección no realiza visita en el terreno”. Si el proyecto avanza a lo que sería una “fase uno de impacto ambiental”, se va a solicitar “aumentar la información, de la ubicación real, de los elementos destacados de biodiversidad, los elementos destacados patrimoniales, se va a identificar todo esto”.

En su proyecto original la empresa manifiesta que estos pasos no serían necesarios porque no habría elementos de interés, “pero en realidad sí se encuentran presentes. Entonces tiene que ir a declarar impacto ambiental, en caso que no sea descartado de entrada el proyecto. En base a lo que se ha observado desde la Dirección, es un emprendimiento que no se puede llevar adelante”, insistió.

ROEDORES

Entre los elementos de fauna, Stagi mencionó el caso de una especie que goza de protección y que está presente en la zona. “Ya de por sí es un sitio donde hay tucu tucu, que es un roedor fosorial (que habita en cuevas bajo la tierra). Nosotros en Río Negro tenemos una subespecie de este roedor fosorial que está dentro de las especies destacadas a conservar”, dijo. A causa de la presencia de esta especie “las forestales limitan su actividad en las zonas que ocupa la población de ctenomys (nombre científico) en sus predios, y a medida que la población se va expandiendo y pasa los límites de donde está excluido, ellos van ampliando el área”. Agregó que esta es “una protección ya preestablecida, y en este sitio está registrada la especie, entonces ahí ya tenés un elemento destacado”.

CATEGORÍA

Otra de las razones por las cuales el proyecto de la cantera no se puede hacer en el lugar previsto es el ordenamiento territorial y la categorización del suelo que se estableció en el Decreto departamental 293/14. En el artículo 34 indica que solo se pueden ubicar estos emprendimientos en un predio categorizado como rural productivo o zona urbana de prioridad industrial. De acuerdo al plano 15 de las directrices, la zona en cuestión está categorizada como rural natural.