Clínica de Producción Musical Moderna; La aventura de hacer que suene bien

Tuvo lugar en la sala “1º de Julio” de EL TELEGRAFO la denominada Clínica de Producción Musical Moderna, a cargo del músico sanducero Manuel Tenchio. La actividad, abierta a todo público, marcó el inicio del ciclo de clínicas que propone la Fiesta de la Prensa en su 35ª edición.
Tenchio es un músico inquieto y creativo, que con apenas 20 años ya lleva varios creando y difundiendo su propia música. Con una marcada presencia en las plataformas digitales, ha logrado generar respeto y admiración en oyentes de diversos países a partir de una obra sumamente original, que ha generado prácticamente a solas. Esta clínica, de alguna manera, tiene que ver con ese camino de aprendizaje constante que el músico ha recorrido en todo este tiempo. Aclaró, apenas iniciada la clínica, que la expresión “producción musical moderna” del título no hacía referencia “a producir rock, pop, electrónica, hip hop o lo que sea”, sino a una metodología que apunta a cubrir todas esas áreas “de una manera más o menos equitativa, en el sentido de que estas ideas y conceptos se puedan aplicar a todas”.
En la cultura moderna, afirmó, “la polinización cruzada de géneros de música es tal vez la cosa más importante”. El gusto de los jóvenes actuales abarca los géneros y las tendencias más diversas, “y eso puede ser consecuencia de Internet, o lo que sea, pero es lo que es. Y eso sangra por la cultura. Se ve en todos lados”. Igualmente, considera relevante “tener un poquito de vocabulario” de cada género, para que al crear haya más opciones.

Ensayo y error

Para ejemplificar su forma de trabajo, el músico partió de la escucha de una de sus canciones. Según dijo, fue grabada, mezclada y masterizada por él, completamente a solas, con la misma computadora que utilizaba en ese momento, explicó. Luego, con la imagen en una pantalla del software utilizado, fue deconstruyendo esa pieza musical, analizando cada uno de sus elementos: percusiones, bajos, guitarras, voces, sintetizadores, efectos, cuyas pistas generó tanto con instrumentos digitales como analógicos. En el análisis, fue mostrando las diferentes herramientas y recursos de la estructura con la cual trabaja. Cuando se tiene una canción ya escrita, explicó, se trata de ver cómo es posible “exprimir su potencial, para que el mensaje se transmita lo mejor posible”. En ese punto es donde tiene su peso “el conocimiento de producción, que es lo mío, mi área de comodidad. Y es básicamente saber arreglar, saber qué hace falta y que no, qué poner y qué no poner”. Entre los asistentes seguramente hubo desde quienes tenían conocimientos más avanzados de los temas abordados, y pudieron aprovechar mejor la instancia, hasta otros para quienes todo era novedoso. Pero para todos la clínica fue una experiencia de motivación, donde el músico dio muchas pistas útiles para quien desee lanzarse a la aventura de producir música a partir de herramientas que hoy en día resultan muy accesibles. Y que no requieren del usuario más que un mínimo de competencias informáticas, y mucha curiosidad y ganas de crear. “Cómo hacer que una grabación suene bien, con lo que se tiene: esa es la aventura de hoy”, dijo en un momento Tenchio. “Cada uno debe encontrar su manera”.
En su caso particular, las cosas se dieron de esa forma. Cuando le preguntamos cómo llegó a ser un productor musical cuya colaboración es solicitada desde otros países, o el creador de una estética que otros músicos buscan emular, responde que fue a través del método de ensayo y error.
“Literalmente. Solo eso, cien por ciento”, explicó. “Intenté estudiar esto formalmente, y no me gustó; me quitó toda la magia, digamos. Entonces, toda la técnica que implemento en estos días viene cien por ciento de probar, fallar, probar de vuelta, y así hasta no fallar, o hasta estar satisfecho con el resultado”.