Otros pasos fronterizos argentinos también se saturaron de turistas

Ha sido uno de los temas de este verano en el Litoral: en los pasos fronterizos con Argentina en Fray Bentos y Paysandú se han generado enlentecimientos que provocaron kilómetros de filas de automóviles y esperas de varias horas para cruzar. Sin embargo no es un fenómeno exclusivo de esta región, de hecho situaciones similares y hasta peores se han registrado en otros populares cruces, como el de Mendoza hacia Chile, a través de la cordillera por el túnel Cristo Redentor. Tampoco es nuevo, de acuerdo a lo publicado por Clarín, es una posta que se repite todos los años. En este caso hubo esperas de 7 horas, con las consabidas quejas de quienes pierden tiempo de sus vacaciones en esa espera, además de los innumerables inconvenientes que genera. En la nota de Roxana Badaloni se habla de “poco personal y fronteras colapsadas”, y suena familiar.
Los turistas que quieren ingresar a Chile vía Mendoza tienen que esperar en el complejo Libertadores, los que hacen el camino inverso hacen fila en la aduana de Horcones, a los pies del Aconcagua, en Mendoza.

El expresidente argentino y actual diputado, Julio Cobos, que cruzó después de cuatro años a Chile a fines de 2022, señaló que de 18 cabinas sólo había 5 habilitadas para los trámites de migraciones y aduana y sufrió una demora de más de 5 horas, pese a que había “poco flujo vehicular”. Por su parte el jefe de la Coordinación de Frontera Argentina con Chile, Justo José Báscolo, atribuyó las demoras a la cantidad de controles sanitarios y aduaneros que realizan los trasandinos y recomendó evitar el horario de la mañana y el mediodía.

EN LAS ALTURAS

Durante la temporada de verano –desde diciembre hasta los primeros días de abril– se habilita de forma alternativa el Paso de Agua Negra, a más de 4.780 metros sobre el nivel del mar. Conecta la provincia argentina de San Juan con las playas de La Serena y Coquimbo y permite evitar las demoras en el túnel Cristo Redentor. Saliendo de la ciudad de San Juan son 260 kilómetros de pavimento y 32 kilómetros de tosca hasta el límite cordillerano, del lado argentino. Luego, al cruzar a Chile, siguen 50 kilómetros sin pavimento a través del Valle del Elqui. El principal imprevisto de este cruce cordillerano es el clima. Por las fuertes nevadas el paso internacional estuvo cerrado a principios de enero. El promedio de espera en las aduanas argentina y chilena del Paso de Agua Negra es de dos horas. Otro temor de los viajeros que optan por Agua Negra es la falta de oxígeno por la mayor altura, lo que se conoce como apunamiento, pero si no se quedan detenidos en la altura, no hay mayores problemas.

Sin embargo, los vehículos que vayan por esos caminos –en general camionetas, SUV y 4×4—tienen que estar preparados para funcionar a esas alturas donde falta el oxígeno. Los que sufren más son los diesel sin turbo y los vehículos a nafta a carburador, que si no están debidamente regulados, prácticamente no pueden llegar a la cima.

PASO DE LOS LIBRES

Mientras tanto, otro conocido paso entre Argentina y, en este caso Brasil, es el de Paso de los Libres, unos 370 kilómetros al norte de Colón, Entre Ríos, por la Ruta Nacional 14, José Gervasio Artigas. Allí las esperas han sido, también, superiores a las 7 horas y se formaron filas de más de 10 kilómetros, según un informe de La Nación. Las demoras, que recuerdan a los tiempos de antes de la pandemia, se registraron pese a que se tomaron medidas a comienzos de enero. Se instalaron dos casillas para los residentes libreños, “que ya no deben bajar de sus vehículos y solamente con la presentación del DNI pueden pasar a Uruguayana”. También se instalaron casillas especiales para turistas que viajan en ómnibus, señaló Ataliva Laprovitta, delegado de Migraciones en Corrientes, al matutino bonaerense.