Desde el Municipio de Guichón se emitió en los últimos días una comunicación en la que se recomienda no tomar baños de inmersión en aguas del río Queguay a raíz de la aparición, a la altura de Paso Andrés Pérez, así como del conocido como Puente de Tablas y aguas arriba, de floraciones de cianobacterias.
El alcalde Martín Álvarez dijo a EL TELEGRAFO que se tomó esta decisión apenas se tuvo conocimiento de la aparición del característico color verde en las aguas, por una comunicación del guardaparques y del director del área protegida Montes del Queguay.
Al día de hoy la situación se mantiene incambiada, dijo el alcalde, por lo que la recomendación persiste, a la espera de los análisis que se solicitaron, tanto a la Intendencia Departamental como al Ministerio de Ambiente.
Por su parte el colectivo de Guichón por los Bienes Naturales publicó a través de sus canales un reclamo por lo que entienden es un incumplimiento de parte de las autoridades a la realización de controles y monitoreos a los que se comprometieron, al tiempo que recordaron que esta misma situación se produjo un año atrás.
SIN ANÁLISIS
El colectivo de Guichón, al igual que un año atrás, se comunicó con el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias, INIA, que el año pasado realizó un análisis en base a las muestras que se le remitieron, el que mostró la presencia de bacterias potencialmente tóxicas en las aguas. Sin embargo este año no accedieron a la realización de los análisis.
“En este momento no disponemos de presupuesto como para poder repetir los análisis de cianobacterias y cianotoxinas en las muestras que ustedes enviaron y desde aquí se contrató el servicio del LATU para esto. Son análisis de costo elevado”, fue la respuesta recibida por el grupo.
Pese a ello instaron al grupo ambientalista a que “sería bueno si pueden repetir el muestreo y enviar a algún laboratorio local para la determinación de fósforo total (PTOT) y PH”. Agregaron que “el año pasado los valores de estas variables mostraron resultados superiores a los establecidos y es sabido que el aumento del PTOT, acompañado de elevadas temperaturas y tiempos de residencia, favorecen la afloración de cianobacterias y otras algas”. Debido a ello, agregaron desde el Instituto que “sería interesante conocer si los valores de PTOT se mantuvieron o incrementaron, ya que esto estaría explicando lo que ustedes observan”.
SIN COMPROMISO
Fagúndez señaló que después de las lluvias registradas en estos días la situación mejoró, tal como ocurrió el año pasado. No obstante, el colectivo ambientalista local pretende que se instaure un sistema de controles frecuentes en la cuenca del Queguay, algo que no han logrado de parte de las autoridades.
“Estamos molestos con las autoridades territoriales, con el Municipio, con el alcalde y con la Intendencia porque no tenemos respuesta, no hay compromiso. Siempre esperan que hagamos la denuncia, que señalemos las cosas, que nos expongamos como vecinos, como sociedad civil, y no se actúa a tiempo”, dijo. “No se escucha cuando se advierten las cosas, cuando se hacen propuestas”, agregó Fagúndez. Señaló que lo mismo ha ocurrido en todos los gobiernos. “El tema es que pasan los gobiernos y nosotros quedamos. Los gobernantes son circunstanciales. Lo mismo nos pasaba con el gobierno anterior, con el otro y quizás con el que venga. Siempre tenemos la esperanza que cuando asumen nuevas autoridades tengamos un ida y vuelta, encontremos sintonía, porque los temas que nosotros trabajamos y que denunciamos y señalamos y proponemos son sensibles, son complejos”, afirmó.
PRÍSTINO
Es del caso recordar que el río Queguay fue destacado por la calidad de sus aguas en una publicación realizada por un equipo científico de la sede Paysandú del Centro Universitario Regional (Cenur) Litoral Norte de la Universidad de la República (UdelaR). El artículo que se publicó en una destacada revista científica, da cuenta del proceso de investigación sobre la calidad de agua de diferentes puntos de la cuenca del río Queguay, con el monitoreo de catorce parámetros fisicoquímicos de ríos, arroyos y lagunas marginales durante dos años. La investigación permitió constatar que al comparar los valores con otras cuencas –Cuareim, Río Negro, Santa Lucía– la cuenca del Queguay “presenta valores más bajos” y “podemos utilizarle como un referente porque tiene valores relativamente bajos de fósforo y nitrógeno y niveles altos de oxígeno”.
