Hablemos de cine. De cine nacional. De cine sanducero. No es la primera película realizada en Paysandú, pero es la primera en complejidad, con escenas bélicas, con una complejidad tal que solamente para eliminar inoportunas columnas eléctricas, enchufes, botellas en sitios inadecuados no advertidas durante la grabación se usaron 1.200 horas.
Cine sanducero, ese que equivale a decir presupuesto cero. Que equivale a vender rifas y ravioles para adquirir los derechos para utilizar software profesional. Que equivale a usar lo que se tenía a mano.
“Angelina”, protagonizada por Rodrigo Coitinho y Abigail Thoma, dirigida por Gaby Pérez, asistencia de dirección de Antonella González, dirección de fotografía de Cristian Payret, edición de sonido de Ezequiel Ordiozola, Julieta Pérez en marketing y redes. Y un grupo de personas reunidas por el entusiasmo, el idealismo y una historia escrita en 2014 por Gaby Pérez, que recién comenzó a pensarse como película en 2019.
La historia no ocurre en Paysandú sino en Sicilia, en los años del horror de la Segunda Guerra Mundial. En 1940 Angelina vive con su familia de mucha riqueza en su lujosa mansión. Marcos es un carpintero de una clase social baja. Pero el amor no sabe de esas humanas divisiones y surge. Claro para los Macchia es totalmente inaceptable que su hija se case con un hombre pobre. La pareja decide huir, pero él es es convocado a integrar el ejército italiano. Parte a la guerra, logra sobrevivir y regresa feliz soñando en Angelina esperándolo. Pero los sueños no siempre se convierten en realidad. La soledad, el silencio que aturde es lo que encuentra. ¿Habrá perdido todo?
Gaby Pérez hizo el guión en 2019 y Cristian Payret lo transformó en guión técnico. Hubo que buscar locaciones y luego proceder a la grabación, con una Nikon D5300 y un lente de 35 mm de distancia focal. “Era lo que tenía entonces, había que usar lo que tenía”, cuenta Payret. La película, de 100 minutos de duración, fue rodada en tres semanas, dos en febrero de 2020 y una en febrero de 2021. Como locaciones se utilizaron casas particulares, espacios del Hospital Escuela del Litoral, estancia Cangué, exteriores de Casa Puerto, el Museo Histórico y “la chacra de mi madre y tía donde hicimos una trinchera siguiendo las medidas reales. Con una máquina excavadora se hizo con la profundidad necesaria y ahí se filmó una escena de guerra”, recuerda Payret. Aunque, siguiendo las formalidades, cada uno aparece con una tarea específica, fue un trabajo en equipo. Aprendiendo sobre la marcha. “El noventa por ciento lo aprendí en YouTube, era lo que tenía a mano”, destaca Payret, que se dedica a publicidad multimedia.
Se aprovechó lo mejor de cada uno. Por ejemplo, Ordiozola es compositor musical, por lo que la película tiene música original, algo fundamental para evitar problemas de copyright.
Ahora se prepara el estreno, el 9 de marzo venidero, en Cine Shopping, con al menos siete proyecciones, el mínimo requerido para poder participar de festivales, que es uno de los objetivos. Un día antes será el preestreno. “Me estoy encargando para que el evento sea vistoso. Habrá una exposición del vestuario utilizado en la película. Aún no sabemos si algunas prendas quedarán para que el público en general pueda verlas. Tiene que ser una gran presentación”, destaca Julieta Pérez. Después, el largo camino para conseguir salas en otras partes del país donde exhibirla, el circuito de festivales y quien sabe qué más.
“Si alguien quiere hacer algo no puede detenerse ante obstáculos, simplemente depende de cada uno seguir adelante. Angelina no es solo una película, es un mensaje de todo se puede hacer, aun cuando se tengan pocos recursos; lo que tiene que sobrar son ganas”, dice Cristian Payret.
Así se ha completado Angelina, un largometraje de 100 minutos, sin más apoyo que las ganas de hacer lo que se habían propuesto hacer. En pocos días, el 9 de marzo, podrá verse en pantalla grande. El trailer ya está en redes y en YouTube. Es cine nacional, pero es todavía mejor que eso, es cine sanducero. No se olvide de sacar su entrada. E.J.S.