Extrañas visiones

La aparición de luces extrañas en el cielo, apreciables desde toda esta zona del país, con varios reportes, tuvo una repercusión significativa a partir de la publicación de EL TELEGRAFO de los testimonios de varias personas que no solamente las vieron sino que además las registraron, y esto dio lugar a la intervención de la comisión de la Fuerza Aérea que investiga este tipo de situaciones. Pero además estos fenómenos que se han producido por acá coinciden –más que nada en el tiempo– con otros muy mediáticos y diplomáticos episodios que se están escribiendo en el hemisferio norte, con objetos no identificados detectados y derribados sobre los cielos de Norteamérica y Asia.
Lo primero que debemos hacer es sacarle un poco de esa pátina de ficción que la literatura y el cine han nutrido bajo la idea de la posibilidad de que hayan en otros puntos del universo civilizaciones en condiciones de establecer contacto con la humanidad y de cómo sería ese intercambio. Hay grandes clásicos en esta órbita: Encuentros cercanos del tercer tipo (Close Encounters of the Third Kind, 1977), ET (1982), La Guerra de los Mundos (War of the worlds, 1953, basada en una ficción radial de 1938), Día de la Independencia (Independence day, 1996), La guerra de las galaxias (Star Wars, 1977), 2001: Odisea del Espacio (2001: A Space Odyssey, 1968), y así podríamos seguir hasta cubrir toda la página, porque realmente ha sido muy prolífica la industria del entretenimiento en la ideación de seres extraterrestres. Pero toda esta fantasía ha, a su vez, retroalimentado la mente humana y las apariciones ya no de luces en el cielo, sino de enanos o gigantes, verdes, grises o de otros colores incluso, de los que se ha denunciado que han incluso secuestrado seres humanos para someterlos a experimentos varios. El género es inagotable.
Pero cuando hablamos de OVNI, técnicamente, a lo refiere es a la presencia de un Objeto Volador No Identificado, y la sigla es sumamente descriptiva, no hay mucha explicación que agregarle. Uruguay cuenta con una comisión, dentro del organigrama de la Fuerza Aérea, la Cridovni, Comisión Receptora e Investigadora de Denuncias de Objetos Voladores No Identificados. Pero no se trata de una agencia del estilo de los Hombres de Negro (Men in black, estrenada en cine en 1997, basada en un popular cómic de Marvel de 1990, The Men in black), nada que ver: sus efectivos no andan con aparatos desmemorizadores codeándose con seres venidos de otras galaxias. La Cridovni se creó en agosto de 1979, “con el objetivo de complementar las tareas del Control de Tránsito Aéreo, debido a las reiteradas denuncias por parte de la población de nuestro país en distintas localidades del país sobre el avistamiento de OVNI”.
Hoy cuenta con siete miembros permanentes, aunque tiene colaboradores no orgánicos en distintas zonas del país, a la vez que se vincula con otros equipos extranjeros con similares propósitos a través del Centro Regional Investigador de Fenómenos Aeroespaciales y Terrestres (Crifat). Su objetivo es “Recibir, estudiar y evaluar todas las denuncias de avistamientos de OVNI en el espacio aéreo nacional, ámbito de competencia de la Fuerza Aérea Uruguaya, de acuerdo a la Ley 14.747, en apoyo a las actividades de control del espacio aéreo y de la seguridad aeronáutica”.
¿Cómo lo hacen?: “con la información recopilada y clasificada se confecciona un banco de datos y se establecen programas de estudio y cooperación técnicos científicos a nivel nacional e internacional, a través de los cuales se intentan determinar características, leyes y/o pautas de comportamiento de los OVNI que mantengan un desarrollo aéreo no convencional”. Es decir, analizan y comparan la evidencia que se ha recogido sobre los avistamientos denunciados para determinar de qué se trata. Por lo general la aparición de una noticia sobre un avistamiento de este tipo en medios de comunicación suele dar lugar a la intervención de la Cridovni.
No es la primera vez que se reporta este tipo de fenómenos; de hecho, en los últimos meses se han producido varios reportes sobre luces en el cielo, incluso los hay de pilotos comerciales que en la zona del aeropuerto de Porto Alegre, en noviembre pasado señalaron e indicaron con precisión el lugar donde aparecían estas luces, que hasta ahora no han tenido una explicación. Unos pocos años antes, el mundo se vio sacudido por largas filas de luces que recorrían el cielo en línea recta, resultó ser un emprendimiento del mega millonario Elon Musk –el mismo que compró Twitter y el de los autos eléctricos– que lanzó satélites de comunicación para crear una red de Internet alternativa, pero que por un error de diseño reflejaban la luz solar y se hacían visibles desde la Tierra.
Además de los satélites de Musk, hay en el espacio, alrededor del planeta miles de toneladas de basura espacial, objetos de mayor o menor dimensión que son un auténtico dolor de cabeza para los investigadores estelares e incluso también para la navegación espacial. De hecho, un trozo de esta basura espacial fue la causante de los problemas en una nave que se encuentra en estos momentos en el espacio, con tres tripulantes a bordo, a la espera de una misión de rescate que se enviaría por ellos el próximo lunes.
Lo otro, lo del hemisferio norte, el Pentágono ha dicho desconocer el origen de los objetos que ha detectado y atacado en el espacio aéreo de los Estados Unidos y Canadá, incluso durante una rueda de prensa, cuando se le preguntó si se había descartado el origen extraterrestre, el general Glen D. VanHerck, comandante del Mando Norte de las Fuerzas Aéreas, dijo: “No he descartado nada en este momento”. No obstante, otros funcionarios de seguridad nacional descartaron cualquier posible idea de que se tratase de algún tipo de visita extraterrestre. “Nadie –dijo un alto funcionario– piensa que estos objetos sean otra cosa que dispositivos fabricados aquí en la Tierra.
De esta forma cabe aclarar –por si fuese necesario– que “No Identificado” no es sinónimo de “extraterrestre”. Lo absurdo es lo contrario, asumir que como no sabemos o no entendemos lo que estamos viendo, es de otro planeta. Algo así como que todo aquello no que no ignoro es por defecto extraterrestre. Mejor es investigar, antes que sacar conclusiones rebuscadas, ¿no?