En el marco de la 22ª edición del “Día del Merino”, realizado este jueves en el predio de la Asociación Agropecuaria de Salto, la actividad se inició con el ciclo de charlas, en donde se realizaron dos presentaciones dedicadas a la lana. Tras las exposiciones, quedó claro que hay optimismo en el mercado por el futuro de las lanas finas, y escepticismo por el mercado para las lanas medias y gruesas.
La primera de las charlas fue sobre la actualidad del mercado lanero, donde estuvieron presentes Pedro Otegui de Lanas Trinidad, y la doctora Antonella Riani por el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), y Pablo Iramendi por la Unión de Consignatarios y Rematadores de Lana del Uruguay (Ucrlu).
La actividad fue organizada por la Sociedad de Criadores de Merino Australiano del Uruguay (SCMU), y cuenta con el apoyo de instituciones como el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), el Consorcio Regional de Lanas Ultrafinas (Crilu) y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA).
Durante su exposición, Riani presentó la evolución de la producción y los precios tanto en Australia como en Uruguay. Explicó que el Indicador de Mercados del Este (IME) cerró esta semana en 9,23 en moneda australiana, “con mucha lana en oferta”, precisando que “si miramos febrero, fue la mayor cantidad de oferta total de lana en 11 meses”.
Argumentó que “desde diciembre para acá veníamos en una racha alcista y muy positiva, y después con la cantidad de oferta que hubo se pinchó un poco, así que esperamos que las noticias en marzo sean positivas, y siga subiendo el indicador para que suceda lo mismo en el mercado local”. Recordó que “si miramos las gráficas de julio a diciembre, hubieron caídas consecutivas durante todos esos meses, a causa de efectos internacionales, como el confinamiento en China que duró casi todo el año pasado, la guerra entre Rusia y Ucrania, el costo de la energía, la inflación. A mediados de diciembre con el anuncio de China de la flexibilización de las medidas de COVID-19, el IME comenzó a subir, con un volumen muy importante de la oferta en las últimas semanas, cortándose un poco la tendencia alcista”.
Entiende Riani que las perspectivas “son positivas, con China voliviendo a la normalidad, ya que es el principal importador de lanas del mundo”. Se agrega el tema “de las monedas, el índice manufacturero, noticias que indicarían que el mercado se siga afirmando”. Además, acotó que “desde Australia llegan informes que transmiten un ánimo muy positivo y que las perspectivas para la lana, mientras la economía mundial se mantenga y no haya ningún otro golpe a nivel internacional, que las lanas lo sufren muy directo, los ánimos son muy buenos”. Se aguarda que todo eso se trasluzca en el mercado interno, “en donde veníamos con una importante cantidad de negocios y valores muy altos, y en las últimas semanas se trancó un poco por las bajas en Australia. Así que esperamos que con la firmeza del IME se recupere la fluidez que había hasta hace tres semanas”.
ZAFRA NADA FÁCIL
“Ha sido una zafra para nada fácil”, aseveró el presidente de Ucrlu. “En los años que llevo comercializando lanas es de las más difíciles de poder leer y lograr descifrar hacia dónde va el mercado porque está todo muy cambiante. Todos los días cambian los rumbos de la demanda y es complicado para poder llegar al productor”, dijo Pablo Iramendi.
“Debemos tener en cuenta que hemos tenido una pandemia muy complicada, todavía con una resaca muy grande, con mucha lana en stock a nivel mundial y no es fácil de descifrar”, expresó. “Hoy tenemos a Europa que empuja y compra todos los lotes Merino certificados de Uruguay con un nicho muy acotado, y una China que ha tenido momentos de parálisis y es el que más lana lleva, complicándonos a nivel comercial. Esperamos señales más claras para adelante, para poder terminar esta zafra”.
Se refirió a la situación de los precios a nivel local, indicando que “en estos últimos tiempos los valores que pasa la industria y las posiciones de los productores están distanciados”. Aclaró que “no es fácil dar números, pero entre 40 y 50 centavos de dólar de diferencia está entre lo que quieren los productores y puede pagar la industria”.
De todas maneras, precisó que “esto es el día a día. Hay veces que en la semana está entonado el tema comercial y algo más de demanda, y de repente, cuando le queremos llegar al productor, le erraste el día y llegaste tarde”.
Sobre los productores dijo que “algunos no se han dado cuenta que no son tiempos fáciles, por temas como la guerra entre Ucrania y Rusia, la pandemia; años atrás la guerra comercial entre China y Estados Unidos, hechos que han complicado y llevaron a que las zafras sean más lentas y más trabajosas”.
A eso se suma que se deba ser más preciso con los datos. “Cada vez piden más datos de coreos, certificaciones, romaneos, en definitiva más calidad, y son los lotes que acceden a los mejores precios”, indicó Iramendi.
Sostuvo que hoy más que un tema de finura, “hay un tema de preparación del lote, de las certificaciones que tenga, también el tema bienestar animal, y el que no quiera leer o entender esas señales va por un rumbo equivocado. Posiblemente mañana sigamos con el carbono neutro y nos exijan más certificaciones, por lo que hay que ir acompasando y acompañando”.
Señaló que el productor uruguayo “viene entendiendo las señales, hoy encontrar un lote Merino que no esté coreado es prácticamente imposible, y venderlo también. Y a medida que se accede a un montón de lotes, se da cuenta que son muchos los productores que certifican con RWS, que son orgánicos o tienen certificaciones, y son los más fáciles de comercializar”.
SIN SUERTE
Para Pablo Iramendi “hay razas que no han tenido mucha suerte, como el Ideal, que son finuras relativamente finas, están en el medio, tirando para arriba, y que en otros años han acompañado el precio del Merino, acercándose, porque los rindes son mejores, tienen buen largo de mecha, buen color, y este año la tendencia y el mercado no los ha ayudado mucho”.
Con las otras finuras “está todo muy trancado” explica el consignatario, refiriéndose a la raza Corriedale o las cruzas. “Soy un convencido de que hasta que China no abra el grifo grande, y que empiece a demandar lanas, será muy dificil que los valores mejoren”.
Entiende que lentamente tendrá que mejorar. “China está comenzando a funcionar con normalidad, pero no será fácil consumir toda la lana que anda dando vuelta en el mundo, para que pueda mejorar los valores”.
Sostuvo que “no es lo mismo comenzar una zafra con stock de lanas, el mismo poder de los exportadores, que iniciar con las barracas vacías. La necesidad hace que los valores mejoren sensiblemente”, finalizó. → Leer más