En el marco de la Expoactiva Nacional, finalizada el pasado sábado en el predio de la Asociación Rural de Soriano se realizó en el área ganadera de la muestra el tradicional concurso de cordero pesado, con buena participación de productores de la región, y un segundo puesto muy celebrado en el post mortem, por parte de la Escuela Agraria de Lorenzo Geyres, del departamento de Paysandú.
“Hace mucho tiempo que estamos con la producción ovina, porque nos parece que es muy importante para los estudiantes”, comenzó indicando a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Marcelo Sangenís, director del mencionado centro educativo de la zona de Queguay. “Concurrimos a la Expoactiva con dos lotes de 2 corderos cada uno, de ejemplares diente de leche cruza Texel. En la jura morfológica obtuvimos el 5° y 6° puesto, pero nos llevamos una grata sorpresa en el post mortem, porque logramos el 2° puesto, que comprendía la evaluación del rendimiento en segunda balanza y en la calidad de la carcasa”. El director de la Escuela Agraria destacó que “es un trabajo que le proponemos a los estudiantes, quienes tienen que realizar un proyecto final de egreso, y lo realizó en este caso el estudiante Logan Sena de 6° de Bachillerato Agrario de la escuela de Lorenzo Geyres”.
Recordó que cuando llegó a la escuela la majada era mayoritariamente de la raza Corriedale. “Nos pareció que estaba mejor la Texel e hicimos contacto en ese tiempo con compañeros de la Escuela Agraria La Carolina en el departamento de Flores, consiguiendo ovejas tatuadas y unos carneros, empezando a partir de ese momento a absorber la majada Corriedale por Texel, y ya vamos por la tercera y cuarta generación, con un núcleo base de las ovejas tatuadas. De ahí la producción que tenemos y que la hemos presentado en la Exposición de Reproductores de Paysandú el año pasado”, dijo Sangenís.
Hace una semana “concretamos la adquisión para la escuela de dos padres. Se trata de un carnero de pedigrí muy bueno que viene de una cabaña de Treinta y Tres, con muy buenos datos de EPD, de buen área de ojo de bife, que va a servir fuertemente en la majada de la escuela, además de posicionarnos fuertemente en lo genético”, acotando que “lo adquirimos a través de fondos de nuestra institución”.
Indicó que en su momento “teníamos que decidirnos si nos inclinábamos a la carne o a la lana, y nos pareció que por el tipo de suelo y como venía la producción, optamos por la producción de carne”.
Pero también se evalúa en el centro educativo “la posibilidad de producir carneros propios, porque la actividad de producir animales de cabaña, con el amansamiento y el aspecto genético es un muy buen aprendizaje para nuestros estudiantes, además de ser muy motivador y lo bien que les hace a ellos”, explicó Marcelo Sangenís.
