Empresas y Derecho: La OIT y los “trabajadores clave”

En las últimas semanas la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dio a conocer un informe titulado “El valor del trabajo esencial”, el cual se refiere a la importancia de ciertos trabajadores (denominados “trabajadores clave”), quienes cumplieron tareas de vital importancia durante la reciente pandemia por coronavirus COVID-19.

1. “Trabajadores clave”

Según la OIT, “los trabajadores clave pueden adscribirse a ocho grandes grupos ocupacionales: trabajadores de los sistemas alimentarios; trabajadores de la salud; trabajadores del comercio al por menor; trabajadores de seguridad; trabajadores manuales; trabajadores de limpieza y saneamiento; trabajadores del transporte, y trabajadores técnicos y administrativos”.

2. Distribución

De acuerdo con este documento, “mientras que en los países de ingresos bajos menos del 2% de los trabajadores clave se dedican a la asistencia en salud, este porcentaje se dispara hasta el 20% en los países de ingresos altos. En los 90 países sobre los que se dispone de datos, los trabajadores clave representan el 52% de la población ocupada, aunque la proporción es menor en los países de ingresos altos (el 34%), donde las actividades económicas están más diversificadas y hay una menor proporción de trabajadores en la agricultura.
Las mujeres representan el 38% de los trabajadores clave en el mundo, porcentaje inferior al que les corresponde en el trabajo no clave (el 42%). En concreto, las mujeres constituyen dos tercios del personal clave de la salud y más de la mitad de los trabajadores clave del comercio al por menor, mientras que están muy infrarrepresentadas en los grupos profesionales de la seguridad y el transporte.

Los países de ingresos altos dependen de trabajadores migrantes internacionales para buena parte de los servicios clave en ocupaciones como la agricultura y la limpieza y saneamiento. (…) La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto la importancia de los trabajadores clave para el conjunto de la sociedad, ya sea en tiempos de crisis o de bonanza, y cuán infravalorados están la mayoría de los puestos clave, lo que suscita preocupación por la sostenibilidad de esas actividades esenciales, sobre todo ante la perspectiva de futuras conmociones”.

3. Condiciones de trabajo

La OIT señala, asimismo, “las deficiencias observadas en las condiciones laborales de los trabajadores clave son un reflejo de su infravaloración. La valoración de los trabajadores clave se refleja en su remuneración y demás condiciones de trabajo. Las deficiencias en cualquiera de estos ámbitos suelen repercutir en otros aspectos”.
Entre tales deficiencias, la OIT señala las siguientes:

3.1.) Elevados riesgos relacionados con la Salud y Seguridad en el Trabajo (SST): “Los peligros físicos y biológicos, así como los riesgos psicosociales, afectan con mayor frecuencia a los trabajadores clave desde antes de la pandemia”.
3.2) Exceso de temporalidad en la situación contractual: “Más de uno de cada tres empleados clave tiene un contrato temporal, aunque la proporción varía mucho entre países y sectores”.

3.3) Horarios de trabajo largos e irregulares: Más del 46% de los empleados clave de los países de ingresos bajos trabajan jornadas largas, en tanto que una parte sustancial de los trabajadores clave de todo el mundo tienen horarios irregulares o jornadas reducidas. Las jornadas prolongadas son más comunes en el transporte, donde casi el 42% de los trabajadores clave de todo el mundo trabajan más de 48 horas semanales.

3.4) Bajos niveles retributivos: “En promedio, el 29% de los empleados clave están poco remunerados, independientemente del nivel de desarrollo de los países. Los empleados clave ganan un 26% menos que los demás empleados, y solo dos tercios de esta diferencia se explican por el nivel de estudios y la experiencia profesional”.
3.5) Infrarrepresentación, sobre todo en algunos sectores clave: “Aunque los niveles de sindicalización y la cobertura de la negociación colectiva son insuficientes para muchos trabajadores, los datos disponibles indican que las tasas de sindicalización en varios sectores clave —como los sistemas alimentarios (el 9%), la limpieza y el saneamiento (el 13%) y el comercio al por menor (el 6%)— son significativamente inferiores al promedio tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo”.

3.6) Déficit de protección social, incluida la licencia por enfermedad remunerada: “Casi el 60% de los trabajadores clave de los países de ingresos bajos y medianos carecen de protección social”.
3.7) Formación insuficiente: “Menos del 3% de los trabajadores clave de los países de ingresos bajos y medianos bajos recibieron formación durante los 12 meses anteriores”.

4. Recomendaciones

Finalmente se formulan algunas recomendaciones para mejorar la situación de los trabajadores clave, como por ejemplo lugares de trabajo seguros y saludables para todos, igualdad de trato, horarios de trabajo seguros y previsibles, políticas salariales que apoyen la valoración del trabajo clave, extensión de la protección social para potenciar la resiliencia de estos trabajadores, formar trabajadores con mayor capacidad de respuesta y de adaptación y llevar la legislación a la práctica mediante la observancia y un mayor control del cumplimiento.
Dr. Rodrigo Deleón