Los árboles que hablan de nuestra historia

No sólo sobre ríos, peces y tajamares se habló durante la jornada que conmemoró la Semana de la Ciencia en Paysandú, también el estudio de los árboles tuvo su espacio de difusión de la mano de la Dra. Christine Lucas, quien en la charla “Árboles de Paysandú, ¿qué historia cuentan de nuestro departamento?”, compartió con los presentes algunos de los interesantes hallazgos que vinculan a nuestros árboles con fenómenos climatológicos extremos, como sequías e inundaciones.

“Podemos identificar en los árboles eventos recientes en Paysandú, como sequías, inundaciones olas de calor, temporales. En un anillo anual no necesariamente se registra un evento, pero si la sumatoria de eventos”, afirmó Lucas en un lenguaje accesible a los presentes en la charla, en su mayoría estudiantes de primaria que pudieron aprender cosas interesantes sobre el tema. Y agregó que la pregunta de investigación que se hicieron es: “¿Cuál es el impacto de estas sequías en el crecimiento de los árboles? y si logramos tener muestras de los árboles más viejos de todo Uruguay, ¿Qué nos cuentan de la historia de la variedad climática en nuestro país?”

Lucas contó cómo en el laboratorio se marcan los anillos de crecimiento anual, y después de demarcarlos “usualmente vemos que no son del mismo ancho, lo que nosotros esperamos es que los anillos muy anchos marquen años lluviosos. La gran inundación de 1959 debería quedar marcada en anillos muy anchos, pero una sequía, como la de 2008 y 2009 o incluso la actual, debería marcar anillos muy angostos”, asimismo, destacó que “a través de gráficas podemos ver cómo hay variables de crecimiento en el tiempo, cuando hay años lluviosos hay anomalías positivas en el crecimiento, pero en épocas de sequía ese proceso se detiene”. Para las investigaciones que realiza la Universidad de la República, los árboles del entorno urbano pueden ser importantes para obtener información sobre la ciudad, según Lucas “un árbol puede ser más joven o más viejo, puede haber sido afectado por diferentes factores que influyen sobre el crecimiento, por lo que en una muestra no demasiado grande podemos obtener datos poblacionales a mayor escala, datos que nos muestren cuándo sufren y cuándo aprovechan los fenómenos climáticos que los benefician”.

EVIDENCIA DE GRANDES SEQUÍAS

El estudio de los anillos permite hacer una cronología que, con la colaboración de profesionales de otras disciplinas, da mayor robustez a los resultados en una investigación. “Con este método se obtiene un promedio de variación de crecimiento en el tiempo, por ejemplo, pudimos encontrar evidencia en árboles de algunas de las sequías más severas en la región como la de 1943. Lo que estamos comprobando es que los árboles están registrando las variaciones climáticas”, afirma Lucas, y agrega que para ello “es muy fructífera la colaboración con historiadores, que tienen registros sobre cómo en épocas de grandes sequías con falta de pastos y aguadas, los animales comían las hojas de los árboles, por lo que estudiar las sequías puede tener un efecto importante, por ejemplo, para la producción animal.