“Todo tiene su ciencia”, charlas de divulgación

En el marco de la Semana de la Ciencia y la Tecnología, la jornada “Todo tiene su ciencia”, organizada por la Subcomisión de Comunicación Académica del Departamento de Ciencias Biológicas (DCB) del Cenur Litoral Norte, tuvieron lugar en el edificio de la antigua Terminal de Ómnibus, hoy compartido por instituciones de educación terciaria, una serie de charlas de divulgación científica. También se dispusieron stands que difundieron las actividades de los grupos de investigación del Cenur Litoral Norte, así como visitas guiadas al laboratorio de biomecánica, ubicado dentro del edificio.

Los estudiantes de grado Anna Lucía Feris, Edgardo Bevilacqua, Facundo Cortondo y Lucía Uruzula presentaron su proyecto “Guardería de Peces: El río Queguay como área de cría”, enmarcado en el Programa de Apoyo a la Investigación Estudiantil.
El proyecto se lleva adelante con el respaldo del Laboratorio de Ecología Fluvial del Departamento de Ciencias Biológicas, y sobre el proyecto los estudiantes comentaron que partieron de una interrogante: ¿Cuáles son las especies de peces que utilizan el río Queguay como zona de reproducción? “Buscamos entender cuáles son los factores que determinan que lo hagan en ese lugar” dijeron.

“Las áreas de cría son muy importantes para entender estos procesos, sobre todo pensando en la conservación de la biodiversidad, porque son zonas donde los peces se reproducen. El río Queguay tiene enorme relevancia desde el punto de vista de la protección de nuestros recursos naturales; entendemos que el conocimiento de las especies que habitan el río y lo utilizan como área de cría, puede ser importante a la hora de considerar la propuesta de que sea creada un área protegida en la zona”, agregaron.

Sobre la obtención de los datos, sostuvieron que se extraen haciendo tres arrastres, para los que se utiliza una red que permite capturar todo tipo de tamaños de peces. Las muestras se limpian y se guardan sólo peces y larvas. Luego, en el laboratorio, se separan los individuos, se los mide, se los pesa y se registran los datos.

“En los meses de frío el número de especies registradas disminuye, en un proceso que se revierte durante el verano. Hay especies que se pueden encontrar todo el año en el área, desarrollando todo su ciclo de vida allí; también se han encontrado especies migrantes que usan el área sólo para reproducirse. Es el caso por ejemplo del pejerrey, que viene desde salinidades más altas para poder reproducirse en agua dulce”, subrayaron.
La investigación puede abrir interrogantes posteriores como saber qué especies se pueden encontrar en la zona y cuánto varía su abundancia, o cuando se reproducen las de importancia comercial y bajo qué condiciones.

UN RÍO MODELO

El Dr. Iván González, del Departamento de Ecología Fluvial, dijo que “una de las cosas que más nos interesa responder en los proyectos de estudios de peces es lo que pasa con los peces y su reproducción en los años particularmente secos. Por ahora, todo lo que venimos recabando en cuanto a datos se enmarca en el período de sequía, pero tenemos proyectos financiados de aquí a cuatro años y esperamos poder hacer muestreos de años ‘normales’ para poder comparar”. Asimismo, pudo adelantar que no se han encontrado muchas larvas de dorado y sábalo en los últimos tiempos. “Ese dato es importante porque son especies de importancia comercial” remarcó.
González agregó que desde el año 2019 comenzaron a trabajar en el Río Queguay “usándolo como un sistema modelo, es decir un sistema bueno para estudiar cómo funcionan los ríos de la región extrapolando los resultados del Queguay a otros ríos. Es un curso de agua que tiene un impacto relativamente bajo de las actividades humanas, no tiene ciudades sobre el río ni tampoco industrias que viertan directamente sobre sus aguas ni tampoco represas. En el país es uno de los ríos más prístinos que podemos encontrar”.