El director en representación de los trabajadores en el directorio del Banco de Previsión Social (BPS), Ramón Ruiz, aseguró que una solicitud de fecha para obtener la pensión por invalidez en mayo, recibe respuesta para ser atendido en el organismo a fines de octubre. El director señaló que el descenso en la cantidad de funcionarios, afecta la calidad de la atención. “La cantidad de funcionarios en el BPS es de aproximadamente 400. Eso es un 10% menos, si comparamos con la cantidad que había hace tres años. Unos días antes de la pandemia, el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto –Isaac Alfie– envió una recomendación a todas las empresas públicas, entes y ministerios, diciendo que se iba a reponer una sola por cada tres vacantes que se generaran. Pero en el caso del BPS, ni siquiera se cumplió con esa disposición y hoy tenemos 400 funcionarios menos”, dijo a EL TELEGRAFO.
Aseguró que “esa reducción de personal no es a partir de una planificación ni una política de recursos humanos o una reestructura del organismo, sino que se da por la vía de los hechos. Va transcurriendo el tema y se jubilan funcionarios de las áreas que ya necesitamos personal”. Ejemplificó que en la sucursal de Fray Bentos, “hace poco teníamos 19 funcionarios. Ahora tenemos 10 y nos decían que si llegaban personas a averiguar por la reforma de la seguridad social, van a tener problemas para atenderlos”.
Cinco meses
Ruiz relató que “hace unos veinte días hicimos una simulación con un caso y solicitamos la hora para una pensión por invalidez. Es una pensión no contributiva de alguien que está en una situación de vulnerabilidad, no tiene ingresos y pide una ayuda asistencial. Agendábamos a esa persona para que viniera a iniciar el trámite el 23 de octubre”.
Explicó que “una pensión por invalidez, si inicia el trámite el 23 de octubre, tiene que presentar la documentación, el informe médico, la historia clínica y cuando traiga todo seguramente le falte algo. Allí le pediremos que complemente la información y, seguramente, el trámite llevará muchos meses a una persona que se encuentre en una situación de vulnerabilidad y no puede esperar”.
Informó que “además de estas solicitudes, tenemos en la parte de discapacidad, más de 7.000 expedientes a la espera de resolución. Nos dijeron que hace un tiempo había el doble, pero nosotros no queremos ese resultado en el BPS. Hay muchos cambios en la atención al público con un nuevo paradigma, tratando de trabajar a distancia a través de los servicios en línea y con herramientas nuevas desde el punto de vista tecnológico que no están dando resultados. No decimos que no sirven esas herramientas, sino que desde hace casi dos años no da los resultados que queremos”. Ruiz reconoció que el directorio, en general, ha presentado esta preocupación en varias oportunidades. “Por ejemplo, cuando se aprueba el presupuesto del BPS o cuando evaluamos la gestión del instituto. No se puede hacer magia con 400 funcionarios menos”.
Nuevo sistema
Con la implementación del nuevo sistema previsional común, o reforma de la seguridad social, “se va a necesitar tiempo para cada uno de los funcionarios que, a su vez, tendrán nuevas tareas con esta reforma. Creemos que habrá más demoras y se profundizará esa situación”. Relató que “cada vez que vamos a una reunión, o cuando salimos de un medio de prensa, hay personas que nos esperan para hacernos planteos de este tipo. No atribuimos mala atención, sino que advertimos un problema gerencial, sin resultados en el trabajo”. Explicó que “no podemos cambiar la variable del tiempo, porque hay que seguir el proceso de una prestación. Podemos mejorar con la simplificación de trámites pero eso tiene un límite. La otra variable, tiene que ver con los procesos que hemos cambiado y no dan resultado. Y la tercera variable es que tenemos menos funcionarios”. Según Ruiz, “por la vía de la demora, también hay un ahorro y no es para aquellas prestaciones que se pagan en forma retroactiva. Como por ejemplo, el trámite jubilatorio. Hay pensiones no contributivas que se pagan a partir del momento en que se resuelve y no desde el momento en que se solicitó. Estos tiempos de espera que nunca se vieron en el BPS, y lo dicen los funcionarios, pone a muchas personas en una situación peor”.
Reconoció que “los gerentes se reúnen casi semanalmente para analizar esta situación. Nosotros entendemos que no es tan sencillo de resolver y, aunque estamos mejorando, los resultados no se ven. Y acá los que mandan son los resultados. Es como en el fútbol. No importa el gobierno ni el partido que gobierne. Siempre defenderemos el BPS, porque es una herramienta que protege a la gente y tiene que funcionar bien. Pero cuando las cosas no funcionan también tenemos que decirlo”.