Dr. Nicolás Rodríguez: “Recuperar la memoria para defender la democracia”

El proceso de reconstrucción histórica de la huelga general evidencia que no se puede entender la respuesta sanducera a la dictadura si no se analizan distintos procesos que empezaron a darse en los años cincuenta. Muchos de ellos fueron propios de esta ciudad litoraleña. En el marco de diferentes actividades conmemorativas del 50º aniversario de la huelga de 1973, la Comisión de Cultura junto a la Intersocial de Paysandú llevaron a cabo un conversatorio titulado “La heroica huelga general contra la dictadura en Paysandú. Memoria y desafíos actuales” con participación del docente de Facultad de Psicología Nicolás Rodríguez.

El docente autor del libro “Memorias de la huelga general de 1973. Relatos del movimiento sindical sanducero” señaló algunas de las particularidades que explican la forma en la que los hechos se dieron. “En principio en los años 40 en esta ciudad, por la política de industrialización por sustitución de importaciones, que implicó un desarrollo industrial muy vigoroso sobre todo del sector agroindustrial congregó a muchos trabajadores. Se empezaron a organizar y se consolida a fines de los años ’50 la creación del plenario obrero estudiantil, que es una organización propia de Paysandú y congregó militantes sindicales de distintas corrientes ideológicas y al movimiento estudiantil sanducero, que también es un movimiento muy pujante”, comentó en diálogo con Paysandú Universitario.

Además reseñó que el Centro Único de Estudiantes Sanduceros (Cudes) tenía un vínculo muy fuerte con las direcciones nacionales radicadas en Montevideo y dadas las particularidades de las comunicaciones de la época, se observa en los relatos tanto del movimiento obrero como del estudiantil que estaban discutiendo los problemas de agenda nacional incluyendo por ejemplo temas como la Ley Orgánica de la Universidad de la República en el 1958, comentó. “Se dio un fuerte apoyo a las marchas cañeras, la participación en el Congreso del Pueblo a mediados de los ’60, la fundación de la CNT, no solo había una interacción respondiendo de alguna manera a las direcciones nacionales sino que se daba una discusión activa de los problemas de la agenda nacional que implicaban mantenerse movilizados en Paysandú”, apuntó.

Recuperación de la memoria

El trabajo colectivo de recuperación de la memoria sobre la respuesta local de defensa a la democracia, que fue la huelga general, reconstruyendo lo que aconteció en esta ciudad del Interior, tiene varios efectos contundentes en la organización y configuración actual de los movimientos sociales locales. Nicolás Rodríguez explicó cómo “la oportunidad de reflexionar sobre el pasado permite comprender los desafíos actuales y fortalecer nuestra memoria histórica”.

“Esta reconstrucción y recuperación de la memoria colectiva tiene varios efectos en el presente. Por un lado, la memoria es histórica, porque refiere al pasado desde el presente y es simbólica porque está asociada a cómo se significa ese pasado. No es el mismo sentido el que le dan las diferentes personas, cómo ven los diferentes puntos de vista del mismo evento”, explicó. En ese sentido destacó que la tarea colectiva colaboró de alguna manera con el presente, construyendo sentidos y significados locales sobre lo que fue esta huelga.

“Está fuertemente documentada la forma en la que se dieron los hechos en Montevideo pero que no estaban del todo documentados, o al menos desde esta perspectiva, de lo que sucedía en el Interior y en particular en Paysandú. Poder recuperar lugares, personas, las movidas que se dieron, que fueron singulares de esta ciudad del Interior, es muy importante para que las personas accedan a su pasado, colabora en construcción del sentido local y permite también visibilizar luchas. Para un país que a pesar de sus dimensiones tiene una mirada tan centralista, observar y visibilizar la participación social en una ciudad del Interior es muy importante”, comentó.

Por otro lado consideró que la memoria de las luchas sociales “colabora en el presente porque sirve para contrarrestar en el presente los relatos sociales políticos que hoy por hoy justifican el golpe de Estado y lo que fue la violación sistemática de los derechos humanos antes y después de la dictadura”, resumió.