Situación actual de acuerdos comerciales de Uruguay con países del exterior es deficiente

La situación actual en materia de acuerdos comerciales es deficiente en términos absolutos y relativos. Uruguay no tiene acuerdos con los principales países importadores de alimentos de alto valor, mientras que los competidores sí los tienen. Esto obliga a Uruguay a concentrarse en mercados que cobran pocos impuestos por defecto, siendo el caso emblemático el de China.

Esto quedó de manifiesto en el Simposio de Calidad e Inocuidad de la Carne de las 50.ª Jornadas Uruguayas de Buiatría, por parte de Teresa López, analista en Acceso e Inteligencia de Mercado del Instituto Nacional de Carnes (INAC), que presentó un trabajo elaborado junto a Álvaro Pereira, jefe en Acceso e Inteligencia de Mercado de INAC.

Allí indicó la analista, que existen distintas alternativas para superar esta situación: que el Mercosur concluya las gestiones en curso, que Uruguay sea exitoso negociando bilateralmente con China o que exista una adhesión al Acuerdo Transpacífico. Estas distintas gestiones, todas relevantes y positivas, tienen impactos de distinta naturaleza en la cadena cárnica nacional.

Uruguay tiene la vocación de convertirse en un exportador de alimentos de alta calidad. Para concretar esto, es necesario perfeccionarse en materia de acceso a mercados. La exportación de alimentos es de los procesos más complejos en materia de comercio internacional, dado que implica darle tratamiento satisfactorio a normas técnicas y arancelarias.

El diagnóstico de la situación actual indica que existen habilitaciones sanitarias para la mayoría del mercado importador de carne bovina. Esta cobertura es menor para carne ovina. En términos relativos, Uruguay ocupa un escalón intermedio, contando con mejor acceso sanitario que Argentina y Brasil, pero estando un paso atrás que Australia y Estados Unidos. La brecha que ostentamos en la región es cada vez menor. Por otro lado, se asiste a nacimiento de otro cuerpo normativo con influencia en el comercio internacional: las normas sobre sostenibilidad.

La posición de Uruguay en la materia es positiva. El impacto de dichas normas aún está por conocerse.

Inserción comercial

En términos de inserción comercial, Uruguay se encuentra en una situación de desventaja frente a sus competidores: dispone de pocos acuerdos comerciales que permitan acceso profundo a los mercados que importan los productos que nosotros vendemos. El Mercosur cuenta con pocos acuerdos comerciales y, en su mayoría, estos acuerdos están firmados con países latinoamericanos con los cuales existe un bajo nivel de complementación comercial. Esto significa que exportamos productos similares e importamos productos similares.

En concreto, Uruguay cuenta con preferencias arancelarias con los demás miembros plenos del Mercosur (Brasil, Argentina, Venezuela y Paraguay) y con los miembros asociados (Bolivia, Chile, Perú, Colombia y Ecuador).

Adicionalmente, existen acuerdos con India, Israel, Egipto, México, Perú, Cuba y Unión Aduanera de África del Sur (liderada por Sudáfrica). Con excepción de Chile e Israel, estos países no representan mercados atractivos para la exportación de carne de alto valor. En sentido contrario, Uruguay no cuenta con acuerdos con los mercados más atractivos.

Los atractivos

Antes de enumerar cuáles son los países atractivos, el informe de los técnicos de INAC indica que es pertinente señalar cómo se define el atractivo. Este es el resultado de considerar el volumen de importación, el precio promedio de la tonelada y la (baja) volatilidad en el precio. Otro elemento interesante para ponderar es la diferencia impositiva que existe entre tener un acuerdo comercial y no tenerlo.

En este sentido, los mercados más atractivos son China, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Unión Europea, Reino Unido y Canadá. No contamos con acuerdo comercial con ninguno de ellos. Esta situación es particular al Mercosur, dado que los demás competidores en materia de carne de rumiantes cuentan con acuerdo comerciales en la mayoría (sino en todos) los mercados mencionados anteriormente.

En los mayores cuatro importadores de carne bovina, que representan más del 60% de la importación total, Uruguay tiene una desventaja arancelaria de entre 10 y 20 puntos porcentuales en relación con los competidores mejor posicionados. En concreto: China: los países del Mercosur pagan 12% de aranceles. Australia y Nueva Zelanda no pagan aranceles.

Estados Unidos: los países del Mercosur pagan 0% de aranceles hasta llegar a un volumen que representan aproximadamente 10% del volumen importado por Estados Unidos. Si se desea trascender este volumen, el impuesto es 26%. El resto de los involucrados en el comercio no pagan aranceles.

Japón: los países del Mercosur pagan un arancel de 38,5%. Los competidores pagan 23%. En 2033, los competidores pagarían 9%, configurándose una brecha arancelaria de casi 30 puntos porcentuales.

Corea del Sur: los países del Mercosur pagan un arancel de 40%. Los competidores pagan entre 16% y 8% de aranceles, los cuales se eliminarían en el corto plazo, configurándose una brecha arancelaria de 40 puntos porcentuales.

Situaciones similares se experimentan en la Unión Europea, Reino Unido y Canadá. Esta realidad revela el avance asimétrico de la agenda de acceso a mercados del Uruguay; se alcanzaron más logros en materia técnica que en materia arancelaria. Como resultado, hay mercados de alto valor que están abiertos pero el comercio no fluye hacia ellos. La desventaja arancelaria inhibe las exportaciones. El hecho de que existan brechas significativas en los mercados de mayor valor por tonelada empuja a Uruguay a concentrarse en China, mercado donde la brecha arancelaria es menor. Si fuese a enfocarse este tema desde una perspectiva optimista, podría señalarse que la firma de acuerdos comerciales con estos países sería inmediatamente capitalizada en la medida que ya existe acceso técnico a estos mercados.