“Amargados al principio, pero el año fue positivo”

La amargura era enorme. Old Christians había sacudido a Trébol, que se quedaba en el Estadio Charrúa sin la posibilidad de retener el título logrado el pasado año, y veía cómo el rival levantaba la copa por la que se luchó a lo largo de la temporada.
Pero pasan las horas y el balance es otro. Porque se repasan otras cosas, con la cabeza fría, y ser vicecampeón no está nada mal.
“Estábamos amargados al principio, pero viendo lo que fue el año fue positivo. Christian fue un rival durísimo y fue el mejor equipo del año”, dijo el head coach Francisco Bulanti.
Justamente el DT vio nuevamente el partido, y no dudó en afirmar que “jugamos ante un equipo que prácticamente no cometió errores, no hizo penales, y nos complicó con las pelotas en el fondo porque cada vez que llegó a los 22 metros sumó puntos”.
Como contrapartida, “nosotros cometimos muchos errores no forzados, y eso nos condenó. Además, cada vez que hacíamos puntos no los podíamos confirmar, porque Christians enseguida estaba en nuestra cancha y eso complica mucho”.
Pero se dejó todo. “Los jugadores se vaciaron, agotaron todo el combustible y emocionó verlos desde afuera. Se brindaron por la camiseta y eso nos deja muy tranquilos”, sumó Bulanti.
A la hora de pasar raya, “el año fue positivo para el staff”.
“Debutaron muchos jugadores, otros se consolidaron, y los más grandes trataron de liderar con el ejemplo y apoyando a los más chicos”, explicó. Es que no es fácil dar ese salto a Primera, que “es algo totalmente diferente porque también cuentan factores anímicos, de análisis del rival y es momento de que los jugadores comiencen a pulir las destrezas individuales”.
En ese sentido, el cuerpo técnico quedó “contento con varios de los jugadores que subieron a Primera y que cumplieron con la expecativa”.
Ahora queda cerrar la temporada. “Nos queda un campeonato corto, pero a muchos de los jugadores les vamos a dar descanso, porque lo necesitan”, dijo.
Trébol no pudo cumplir el objetivo de retener el título. Le faltó el último paso.
Pero si bien se quedó con las ganas, es de destacar que por segundo año consecutivo se metió en la definición, lo que marca el claro crecimiento del club sanducero, que sigue apostando a más en base a trabajo y sacrificio.