Dr. Ricardo Diez: Disruptores endócrinos (DE)

Los disruptores endócrinos (DE) son químicos capaces de mimetizar nuestras hormonas y, por tanto, de alterar el correcto funcionamiento corporal y afectar negativamente a nuestra salud.

Tipos de “DE”

De origen vegetal (fitoestrógenos): enriquecido con linaza, productos de soja, cereales, panes y legumbres (genisteína, daidzeína).
Productos químicos industriales: pesticidas, retardantes de llama (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas –productos químicos PFAS–), productos de combustión (hidrocarburos aromáticos policíclicos –PAH–, dioxinas), lubricantes (bifenilos policlorados –PCB–).
Artículos de cuidado personal para el hogar: cosméticos, protectores solares, juguetes, materiales de embalaje de alimentos y bebidas, alimentos contaminados, aguas subterráneas contaminadas, benzofenona-3 y oxibenzona, bisfenol A (BPA), ftalatos, perclorato, dioxinas.
Productos farmacéuticos: esteroides naturales y sintéticos (dietilestilbestrol –DES–, estradiol).

Efectos en la salud

Deterioro de la salud reproductiva humana. Disminución del recuento espermático. Mayor incidencia de criptorquidias. Anomalías del desarrollo sexual (menarquia precoz en niñas, ginecomastia) y enfermedades hormonodependientes como endometriosis. Aumento de tumores en órganos sexuales: mama, útero y ovarios; próstata y testículos. Mayor incidencia de malformaciones congénitas. Mayor incidencia de obesidad y diabetes tipo 2.

Recomendaciones

Es preferible consumir frutas y verduras frescas que congeladas. Antes de su consumo lavarlas cuando sea posible, pelarlas.
Usar materiales inertes como el vidrio.
Usar fibras naturales.
Reducir el consumo de alimentos enlatados.
Reducir el consumo de precocinados.
Los alimentos frescos deben ser el pilar de la dieta y hay que evitar los ultraprocesados por su contenido en productos aditivos.
Leer las etiquetas de los cosméticos y de los productos de limpieza.
No calentar alimentos en recipientes fabricados con bisfenol A.
Dentro de lo posible, consumir carnes sin hormonas, pesticidas y fertilizantes.
Lavar las manos con frecuencia. Controlar el uso de insecticidas en la casa y alrededores.
En suma: Es necesario avanzar a métodos analíticos sensibles y selectivos que permitan resolver el impacto real de los DE en la salud humana.