En UTEC trabajaron en talleres lúdicos para acortar brecha de género en carreras STEM

Paysandú fue la sede uruguaya de la Segunda Jornada Latinoamericana de talleres STEM para niñas y mujeres, que este sábado se desarrolló en simultáneo en 36 sitios del continente, en el marco del día mundial de Ada Lovelace. En UTEC, la actividad fue organizada por la carrera Tecnólogo en Informática y convocó a niñas y adolescentes de escuelas, colegios, liceos y UTU de nuestra ciudad, que trabajaron en la mañana en dos talleres de programación e inteligencia artificial.
El equipo de docentes integrado por Marcelo Suárez, Maximiliano Fernández, Sonia Rocha, Bernardo Firpo y Ana Iruleguy, coordinadora de la carrera, llevó adelante esta actividad en la que se “busca acercar a las chicas a este tipo de profesión, este tipo de disciplina, porque en realidad existe una brecha interesante que queremos acortar y desde el año pasado el tecnólogo en Informática está tras esa meta”.

Así lo explicó en la oportunidad, Iruleguy, recordando que Ada Lovelace “es la primer persona programadora en la historia” y es precisamente “una mujer”. Al mismo tiempo que se cumplía en Paysandú esta actividad, del mismo modo se estaba trabajando y con el mismo fin en “Brasil, Argentina, México, Colombia y Chile”, observó, comentando que en este caso “tenemos niñas participando desde los 7 años, de instituciones públicas y privadas de nuestra ciudad, de escuelas, de colegios, de liceos, de UTU y eso es muy importante”, porque luego transmitirán a sus pares en sus respectivos ámbitos esta experiencia.
En este objetivo de disminuir la brecha de género en carreras STEM, “nosotros comenzamos el año pasado con el proyecto de ‘Techlab la belleza de programar’ donde fueron 35 chicas que se sensibilizaron a partir de los 14 años y tenemos a unas cuántas de ellas acompañando en esta jornada, que han pasado a un nivel superior y hoy están como facilitadoras. Es decir, están dando apoyo a las nuevas chicas que están siendo partícipes de esta jornada y eso para nosotros es muy importante, porque es la forma de sostener este vínculo hasta que decidan qué profesión seguir”, valoró.

Sobre la dinámica de trabajo, Firpo amplió que en la primera parte “estamos haciendo una actividad de algoritmos y programación”, en tanto el segundo taller referido a inteligencia artificial, las participantes “van a entrenar a una inteligencia artificial para que reconozca entre perros y gatos”.
“Una de las cosas que nos llamó la atención es el gran entusiasmo de las niñas, además la precocidad de algunas que nos sorprendieron con los razonamientos y eso es también sumamente gratificante desde nuestro lugar de organizadores de esta propuesta”, dijo de su lado Sonia Rocha. De modo que “no solo que lo disfrutan, participan, intercambian entre ellas, sino que algunas incluso superaron nuestras expectativas, van más allá y esa es una de las cosas a destacar”, indicó. En su visión la brecha existe en estas carreras entre hombres y mujeres, pues “en general son profesiones más elegidas por los varones”, es “algo cultural y totalmente manejable porque es una brecha que se puede romper”, ya que “las chicas no sólo demuestran interés sino, por supuesto, toda la capacidad como para poder insertarse en estas áreas del conocimiento”, afirmó.
Por su parte, Maximiliano Fernández, enfatizó en el carácter “lúdico” de estos talleres, para de algún modo desmitificar “esa imagen del programador solitario” y, de ese modo, asociarlo a actividades integradoras y, al mismo tiempo, aplicables en el diario vivir. “Queremos desarrollar ese pensamiento computacional y que se den cuenta que cosas que hacen en la cotidianeidad las pueden extrapolar a la computación, a la informática, a la programación y a la inteligencia artificial. Además que no tiene que tener ese halo misterioso de complejidad, son cosas sencillas, son cosas divertidas y que perfectamente le pueden servir para la vida”. En definitiva, “desmitificar la computación, lo que no quita que sea difícil, pero la puerta de entrada es mucho más simple y más llana de lo que podemos llegar a pensar en esta curva de aprendizaje”, concluyó.