Falleció Matthew Perry, estrella de la serie Friends

Matthew Perry, reconocido mundialmente por haber interpretado al personaje de Chandler en la serie Friends fue encontrado muerto en su casa de Los Ángeles. La causa de la muerte parece haber sido un ahogamiento en su piscina particular. Pero las noticias sobre una seria depresión que sufría el otrora famoso intérprete corrían desde hace varios años. A mediados de la década de los noventa no había ninguna serie cómica que rivalizara con Friends y cada uno de los intérpretes llegó a cobrar hasta un millón de dólares en los capítulos finales. Cuando la serie concluyó luego de diez temporadas de éxito sostenido, todos intentaron continuar con su carrera.

Pero la rueda de la fortuna solo tenía lugar para una sola persona y, como saben los seguidores de la serie, esa persona no fue Matthew Perry sino Jennifer Aniston, actriz que fue la única que consiguió una carrera exitosa luego de la cancelación de la serie. Perry, con todo, logró mantenerse activo y aparecer en algún que otro éxito como Mi vecino el asesino o 17 otra vez, en el cine y también varios intentos de reavivar su suceso televisivo en algunas series. Pero ninguna tuvo el vuelo suficiente y, salvo las películas citadas, todas fueron sonoros fracasos. Aunque los problemas depresivos para Perry habían comenzado ya durante la época de Friends y los fans también recordarán que tuvo algunos problemas de peso que eran camuflados por el vestuario.

Todo se debía a problemas depresivos que Perry arrastraba de su época como deportista de alto nivel ya que había llegado a estar en el top 20 del tenis mundial, un dato que suele olvidarse. Para cuando Friends terminó y cada uno de los intérpretes tuvo que hacerse cargo de su carrera, tanto Matt Le Blanc, Courtney Cox, Lisa Kudrow, David Schwimmer y el propio Perry no lograron volver al gran éxito que habían tenido durante una década.

Hace poco, una reunión de todos ellos y la única tocada por la varita del éxito, Jennifer Aniston, fue transmitida mundialmente con un importante nivel de audiencia. Todos volvieron al set que tanta atención mundial les había redituado y hablaron de los buenos viejos tiempos en una reunión donde reinó la camaradería y una, al menos, aparente felicidad. Nadie lo sabía entonces, pero fue la despedida para Matthew Perry, en el lugar donde había sido más feliz como actor y tal vez, como ser humano.