En los últimos días los sanduceros que acostumbraban cargar combustible en Colón y alrededores, aprovechando la notoria diferencia de precios, se han encontrado con dificultades como estaciones cerradas por no tener existencias, un máximo de 20 litros de compra, un precio diferencial o la exigencia de pago en efectivo en pesos uruguayos.
Jorge Cafasus, propietario de dos estaciones de servicio Shell, una en ruta 14 y otra en el centro de Colón, contó a EL TELEGRAFO que “esta situación, estos precios no van a aguantar mucho más. Probablemente hasta después de esta otra elección, pero yo estimo que el gasoil va a subir a 1.10 dólares y las naftas a 1.50, 1.70 dólares. No hay otra forma, las petroleras privadas no quieren seguir trabajando a pérdida”.
“La gente se enoja con los estacioneros, pero en realidad no tenemos nafta en Argentina, no solamente acá (en Colón) porque las petroleras no están entregando la cantidad suficiente a la demanda que tenemos; no quieren vender el litro de nafta a 30 centavos de dólar, porque el dólar está a 1.000 pesos argentinos y la nafta a 300 argentinos. Pierden dinero, por lo que reducen la entrega”, dijo Cafasus.
“La gente cruza de todos los países limítrofes a comprar nafta. La demanda es enorme, pero ni en Paso de los Libres, que recibe a los brasileños desde Uruguayana, ni en Formosa que recibe desde Paraguay, ni en Mendoza adonde van los chilenos. No es un problema de los estacioneros, las petroleras han reducido la entrega porque a esos precios probablemente les convenga más exportar crudo”, agregó.
En su caso, recibía cinco camiones tanque por semana (de entre 35.000 y 45.000 litros de combustible), pero ahora recibe “solamente dos”. Ayer de tarde tenía “algo de V-Power pero voy a cerrar. Me prometieron un camión para el viernes, así que no abriré hasta entonces”.
La reducción de entrega se basa en que “las petroleras quieren que desestimulemos el consumo de extranjeros. Pero no es tan sencillo. No es fácil decirle ‘A usted no le vendo porque es uruguayo’”. El contar con menor cantidad de combustible para vender impacta además “en mis clientes de cuenta corriente, los chacareros, los transportistas. Hay gente que no ha podido cosechar por falta de gasoil”.
“YPF entrega más porque es estatal y no le interesa perder dinero, pero las privadas de ninguna manera quieren perder más dinero”. En tanto, en el caso de los estacioneros que reciben entre el 6% y 8% “estamos pasando una situación muy difícil, porque tenemos los costos fijos que no son baratos, tenemos personal al que pagar los sueldos. No podremos aguantar mucho tiempo más esta situación”, destacó Jorge Cafasus.
Donde no falta combustible “es en Buenos Aires, y es porque considerando el conourbano vive el 40% de la población. Pero acá la situación es muy diferente. Se de casos de personas que para viajar llevan bidones cargados con nafta en el maletero, para estar seguros de poder volver a casa”.
“El problema es el precio congelado (por el gobierno), porque Vaca Muerta está lleno de petróleo”, subrayó Jorge Cafasus.