Una de las propuestas más atractivas para disfrutar del Día del Patrimonio estaba en la posibilidad de visitar, aunque sea por un rato, un lugar emblemático de la ciudad de Paysandú que trae gratos recuerdos a quienes pudieron vivir sus mejores épocas. Hablamos de la estación del ferrocarril de AFE, en sus orígenes “Estación Central Midland”.
Inaugurada el 4 de setiembre de 1890 por la Midland Uruguay Railway Company, empresa de origen inglés que buscaba proyectar sus actividades hacia el litoral del país, la estación conserva buena parte de su estructura original y tiene en sus talleres, un acervo material de incalculable valor cultural e histórico.
Ingresando por calle Cerrito y atravesando las vías férreas, se accede al sector de talleres, un extenso predio en el que se conservan herramientas de trabajo, elementos de señalización, carteles que anunciaban el destino de las formaciones en la Estación Central “Gral. Artigas” de Montevideo (los mismos fueron recuperados por los trabajadores sanduceros), y hasta un maravilloso automóvil Ford modelo “T”, de principios de la década de 1920, perteneciente a AFE.
El pequeño, pero muy bien cuidado museo del Ferrocarril Midland, conserva los más variados elementos, con herramientas que difícilmente puedan ser vistas en la vida diaria del ciudadano que no está vinculado al mundo ferroviario. Allí aparecen además libros con nombres de ex funcionarios, con horarios de ingreso y salida y hasta observaciones. Fotografías del plantel de básquetbol del desaparecido Midland, animador de la Liga de Básquetbol de Paysandú, así como de los funcionarios en diferentes situaciones que hacían a la vida de la estación. La “joya” del museo es un vagón que, según los funcionarios, está cumpliendo 150 años, por lo que data del año 1873. Al mismo es posible subir para recorrer su camarote y su baño, cuidados con el mayor de los esfuerzos por los funcionarios que hacen todo a pulmón y que mantienen viva la memoria ferroviaria.
