La difícil tarea de asistir a los damnificados y patrullar las zonas afectadas por la creciente del río Uruguay

Como sucedió en otras oportunidades en las que las crecidas del río Uruguay azotaron las costas de Paysandú, la Prefectura Nacional Naval está desarrollando por estos días una tarea importantísima y de gran valor ciudadano, poniéndose al servicio de la población afectada las 24 horas del día en momentos en los que las aguas del paterno se adentran en nuestras calles y en las casas de muchos habitantes de la ciudad.
La situación de muchas edificaciones es devastadora, y queda de manifiesto una vez más que el agua golpea duramente en muchos casos, a las familias más humildes de nuestra comunidad. Desde el puerto hasta el Club Remeros, pasando por las viejas barracas y las centenarias edificaciones de uno de los barrios históricos de Paysandú, el agua cubre todo a su paso y no son pocas las familias que permanecen en sus hogares, con el agua casi en la puerta y la esperanza de que el río vuelva a su cauce normal.

Un equipo de EL TELEGRAFO recorrió parte de la zona inundada junto a personal de Prefectura, dialogando además con el capitán de corbeta Luis Zinno, prefecto del Puerto de Paysandú, sobre las tareas que se llevan a cabo en el día a día. “Tenemos muy claro, por los informes que llegan desde Salto Grande, que el río va a seguir creciendo aproximadamente hasta la cota 7,90 metros, manteniéndose estacionado en ese nivel unos 4 o 5 días”, dijo Zinno sobre las perspectivas para los próximos días. Y agregó que “después, en base a los pronósticos de lluvias en la cuenca media y alta del río Uruguay, veremos cómo se comporta. Por el momento se espera que el máximo siga en 7,90 metros por lo que faltan unos 25 centímetros para llegar a ese nivel. Lo importante es entender que va a seguir subiendo; por las cotas, no debería cambiar demasiado el panorama a lo que vemos hoy en la costa de la ciudad”.

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TRABAJO EN EQUIPO

Las tareas de patrullaje son fundamentales en este contexto en el que las personas se ven forzadas a abandonar su hogar y sus pertenencias. “En cuanto a lo que tiene que ver con la seguridad, hay que tener en cuenta que estamos en jurisdicción policial, pero como nosotros tenemos medios que permiten hacer el patrullaje cuando el río está crecido, es que hacemos patrullaje en conjunto. A veces lo hacemos solos desde Prefectura porque la policía no puede cubrir la cantidad de salidas que hacemos”, aclaró Zinno.
Pero los patrullajes no son para nada sencillos: según el capitán se hacen patrullas fluviales dentro de la ciudad, “y eso tiene características especiales en cuanto a que el personal embarcado tiene mucho conocimiento de la zona y ya ha hecho ese tipo de tareas en otras inundaciones. Es complejo navegar entre las calles, no hay que olvidar que las profundidades pueden ser de un metro o menos. Hay mojones, cordones, árboles, alumbrado público, bancos; todo eso hace que sea complejo navegar ahí. Cualquier cosa que toquemos con la hélice del motor significaría la pérdida del mismo”.
También se hacen patrullas a pie, con personal equipado con neopreno, y con eso Prefectura llega a cubrir toda la zona afectada. Hay lugares en donde no se puede hacer navegación por dos motivos principales: o son zonas en donde la calle no llega a quedar completamente cubierta por el agua, o son partes muy arboladas como la costa de San Félix, en donde es imposible ingresar con una patrulla de navegación, más allá de realizar algún apoyo puntual.

Otra tarea que se realiza es el traslado de personas que tienen más de una planta en su casa y deciden quedarse allí, o también a aquellos que cuentan con un sereno. “La gente que está en segunda planta nos llama y los vamos a buscar para que compren sus víveres o puedan hacer algún otro trámite; eso les permite quedarse en su casa a cuidar, aunque no lo parezca sigue habiendo movimiento en la parte inundada”, mencionó Zinno.
Lo cierto es que es difícil detectar a quien está en una actividad ilegal, sobre todo en la noche, cuando el personal navega con un foco al no tener luz en la zona.

IMPORTANTE APOYO

Desde hace unas dos semanas, han llegado refuerzos fundamentales para poder cumplir cabalmente con las tareas. “Recibimos apoyo de Montevideo, con personal del Comando de Infantería de Marina patrullando con nosotros. Están desde hace más de 15 días en Paysandú, y eso nos ha permitido contar con unas tres embarcaciones menores, cinco motos, una camioneta y de ocho a diez personas, todo destinado exclusivamente a esta tarea”, destacó Zinno. Todo esto en un marco en el que se necesitaba apoyo logístico, porque según el propio capitán, la última semana fue más compleja, “porque hubo movimiento de gente retornando, otros que salían, y ahí la situación se hace más difusa. Luego de algunos días de inundación, ya podemos saber quién está viviendo en su hogar y quién no, pero cuando hay retornos y salidas al mismo tiempo la situación se complejiza. Recibimos llamados de los desplazados que quieren ir a ver, a controlar como está todo en los momentos en los que pueden hacerlo; a mucha gente le hemos dicho que nos puede llamar para hacer recorridos y verificar como se encuentra su casa”.
En cuanto a denuncias por parte de los damnificados, sólo se tiene conocimiento de dos casos: una por roturas en un local de la zona norte, y otra de un domicilio de la zona portuaria. Es difícil afirmar si hay más hechos delictivos porque quizás ni los propios afectados lo saben, pero no deberían descartarse más situaciones similares. Zinno mencionó que entre la policía y prefectura “hemos intentado saturar la zona con los patrullajes, haciendo unos cinco o seis por día”.