Ecuación del dólar es “compleja”; lechería no ve reflejada la evolución de las divisas

Ing. Agr. Roberto Ceriani.

Luego de una larga sequía, los distintos rubros agropecuarios atraviesan por secuelas de distinta magnitud. Con la llegada de las precipitaciones, los cultivos de maíz, sorgos y praderas crecen en forma positiva, a diferencia del verano pasado con la instalación de un déficit hídrico de características históricas.
En los tambos mejoraron las condiciones con la disponibiliad de agua y comida para la producción de leche. Sin embargo, persiste la preocupación por el precio de la leche y el endeudamiento asumido durante la sequía.

El mercado internacional demuestra un avance en los precios de los lácteos. No obstante, los productores no ven esa mejora en sus cuentas y, particularmente, asociado a la cotización del dólar.

COMPLEJO

El ingeniero agrónomo y productor lechero Roberto Ceriani señaló, en este sentido, que “la ecuación es bastante compleja”. Con los últimos valores de la divisa estadounidense, “los ganaderos y agricultores quieren que el dólar valga mucho porque cobran su producción en dólares. Si el dólar pasa de 40 a 45 pesos, tiene 5 pesos más por dólar en el bolsillo. Entonces, los costos relativos se reducen. En otros rubros como la lechería, la hortifruticultura o la avicultura, los que venden su producción en pesos pero tienen un menú de insumos prácticamente entre el 60 y 70 por ciento en dólares, resulta que esa ecuación no es tan clara”, dijo a EL TELEGRAFO.

Explicó que “en las cadenas como la lechería que es agroexportadora debería reflejarse de otra manera, pero no es tan lineal el aumento del dólar cuando las empresas exportan los productos industrializados o transformados. Es decir, no es lineal la devolución a los productores ni exactamente igual a lo que cambió el dólar”.

En algunos sectores de la cadena agropecuaria, “si el dólar se va de las manos muy arriba, la capacidad de compra por unidad de producto se reduce mucho más. En el caso de la lechería ha bajado mucho el precio internacional de la leche y hemos tenido un gran impacto”. Ceriani consignó que “lo mismo pasa con la población que cobra salarios en pesos, tiene que pagar la cuota de la vivienda o electrodomésticos en dólares. Es así que, inmediatamente, si el dólar se dispara, la capacidad de pago de la población empieza a dificultarse y, por ende, también la inflación se dispara. O lo mismo afecta al combustible. Hay sectores con perfiles diferentes en la evaluación del valor del dólar, que resulta ser una bisagra”.

Opinó que “la economía uruguaya está sumamente dolarizada y en algún momento habrá que pensar en desdolarizar y que funcione en pesos de otra manera, pero es materia para los economistas. Hoy vemos que se mueve bastante más la compra de vehículos y es porque la moneda estadounidense está más accesible y el peso uruguayo se ubica más fuerte frente al dólar”.