El mercado de los autos eléctricos con menos energía

Son en apariencia contradictorias o por lo menos tienen énfasis disímiles los últimos análisis que se han conocido a nivel global sobre la demanda de vehículos eléctricos, y ello da la pauta de que posiblemente eran excesivamente optimistas las visiones sobre tendencias mundiales en la colocación de unidades potenciadas a través de esta energía limpia y renovable.
Por un lado BloombergNEF ha publicado su Zero-Emission Vehicles Factbook anual, informe que se lanzó por vez primera en la COP26 en Glasgow para brindar una imagen completa de dónde nos encontramos en el camino hacia la “limpieza” del transporte por carretera a nivel mundial.
La primera conclusión del informe del año es que “no hay señales de una desaceleración de los vehículos eléctricos. A pesar de todos los titulares escritos en los últimos seis meses sobre cómo está flaqueando la demanda de vehículos eléctricos, los datos definitivamente no respaldan eso, o al menos no todavía. Las ventas de vehículos eléctricos de pasajeros se sitúan en el orden de los 14 millones en 2023, un 36% más que en 2022. En EE.UU., donde se han planteado la mayoría de las preocupaciones sobre la demanda, las ventas están creciendo aún más rápido y aumentarán un 50% en el período. Las ventas pueden ser menores de lo que algunos fabricantes esperaban, pero están en línea con el pronóstico de BNEF (Bloomberg New Energy Finance) de principios de año, y la mayoría de las industrias estarían muy contentas con ese tipo de tasa de crecimiento”.
Aún podría producirse una desaceleración, pero por ahora esto parece mucho más una reducción de quién es competitivo en el mercado que una caída general de la demanda, indica. “Los fabricantes de automóviles exclusivamente eléctricos como Tesla, BYD y Li Auto capturarán el 7% del mercado mundial de vehículos este año, frente a solo el 1% en 2020”, según este informe.
Sin embargo, un análisis del Financial Times va por un camino distinto: indica que los fabricantes de automóviles de los principales mercados occidentales “han aumentado significativamente la gama y la escala de los descuentos que ofrecen en los vehículos eléctricos en un intento por contrarrestar el interés más débil de lo anticipado por los modelos de batería entre los compradores convencionales”.
Señala que “los datos financieros y de ventas recopilados por HSBC muestran que, por primera vez, los fabricantes de automóviles se están viendo obligados a ofrecer descuentos en los modelos de batería para poder vender vehículos que antes tenían listas de espera de meses. En el Reino Unido, el descuento promedio en octubre fue del 11 por ciento por debajo del precio de venta recomendado. En EE.UU., los descuentos en vehículos eléctricos se situaron en el 10 por ciento. Hace un año, apenas se ofrecían descuentos en Alemania, donde las compañías ahora están rebajando los precios alrededor de un 7 por ciento para atraer a los compradores”.
Analiza que “el aumento de los precios, la publicidad negativa en torno a la recarga y la seguridad, los ataques políticos a los vehículos eléctricos, así como la mayor cautela de los compradores del mercado masivo, han contribuido a una pronunciada desaceleración del crecimiento de las ventas. Es la primera desaceleración mundial de la demanda de vehículos eléctricos desde el despegue de las ventas hace tres años, lo que hace temer que las compañías automovilísticas se verán obligadas a sacrificar rentabilidad ofreciendo descuentos para cumplir con los objetivos de aire limpio o de emisiones a nivel mundial”.
Destaca que en el Reino Unido, dos tercios de los nuevos vehículos eléctricos vendidos se están vendiendo a precios rebajados o tienen tasas de interés considerablemente reducidas para su financiamiento, según cifras de AutoTrader. En EE.UU., los descuentos se han triplicado durante los últimos 12 meses. En Alemania, los descuentos se han mantenido estables en un 7 por ciento durante los últimos meses, pero algunos fabricantes siguen ofreciendo hasta una quinta parte de descuento en sus modelos más vendidos. Tesla, mientras tanto, ha recortado consistentemente los precios en Europa, en EE.UU y en China para respaldar las ventas de vehículos, afectando el valor de reventa de los modelos de marcas rivales.
Asimismo, las señales de advertencia han empezado a surgir. Volkswagen ha retrasado sus planes de construir una cuarta fábrica de baterías, alegando la “lenta” demanda de vehículos eléctricos en Europa, mientras que Mercedes-Benz ha atribuido la caída de beneficios a una “brutal” guerra de precios en China.
“Después de años de auge, todo el mercado se está enfriando repentinamente”, señaló un alto ejecutivo automovilístico. Hasta hace poco, los fabricantes de automóviles invertían miles de millones en el desarrollo de vehículos eléctricos, alentados por las estrictas normas sobre emisiones y la promesa de un océano de demanda de consumidores sin aprovechar, destaca. Durante años, el crecimiento de la industria de los vehículos eléctricos se vio frenado por la oferta, y parte de la sobreoferta surge cuando los fabricantes aumentan la producción. Sin embargo, la desaceleración de la demanda ha generado descuentos que amenazan los precios a largo plazo del sector. La desaceleración coincide con la lucha de los fabricantes de automóviles por convencer a un nuevo grupo de compradores para que abandonen la gasolina o el diesel, pero tras el entusiasmo de los consumidores pioneros, el mercado de consumo masivo está demostrando ser mucho menos indulgente con las particularidades de la conducción de coches con baterías. Entre las preocupaciones de los nuevos compradores a la hora de pasarse a un vehículo eléctrico están el precio la infraestructura de recarga y la mala publicidad sobre la recarga y la seguridad, sostiene el Financial Times.
En este contexto, el objetivo de eliminar ventas de vehículos de combustión se ha estancado. De 2015 a 2021, el número de países que se comprometieron a poner fin a las ventas de vehículos nuevos de combustión aumentó rápidamente. Esto recibió un gran impulso en 2021 cuando la UE anunció su objetivo de eliminación gradual para 2035, pero el progreso se ha estancado desde entonces con solo unas pocas adiciones menores a la lista en los últimos dos años. Los países con objetivos de eliminación gradual actualmente representan el 19% de las ventas de vehículos de pasajeros nuevos.
Ningún nuevo fabricante de automóviles anunció compromisos de eliminación gradual de vehículos de combustión o emisiones netas cero en 2023, y algunos, como Ford y GM, retrasaron sus objetivos de vehículos eléctricos a corto plazo este año citando una demanda peor de lo esperado.
Surge claramente, en medio de una contradicción que también proviene de fuentes con intereses o prioridades contrapuestas, que efectivamente el consumidor promedio no comparte el entusiasmo de los fabricantes y el lobby por la electrificación vehicular masiva, y que si bien los vehículos eléctricos siguen siendo uno de los componentes de la transición energética que avanza más rápido, sin quererlo se está llegando a cierta saturación del mercado en la relación precio – beneficio del consumidor. Algo que en cierta forma es lógico, porque los vehículos eléctricos son una gran alternativa para ciertos usos, pero pueden no ser lo mejor para otros. Además, cuando se piensa en el impacto ecológico hay que considerar muchas variables y puede que terminen no siendo precisamente “amigables con el medioambiente”, si se considera no solo la energía que se consume sino también la renovación en las redes eléctricas, la generación que se debe multiplicar varias veces, la vida útil del vehículo, los costos y viabilidad de su reciclaje, etcétera. Y lo que es más importante para el usuario, cuánto cuesta, cuánto dura y cuál es su valor de reventa o en su defecto, residual.
En suma, los datos revelan que se estaría llegando a una meseta tendencial que compromete la salud de un mercado emergente de cientos de miles de millones de dólares, que tiene futuro, pero tal vez no tan promisorio ni cercano como se ha pretendido lograr.