Escuela 13: “en búsqueda de nuestra mejor versión”

La Escuela 13 funciona a pleno en el marco de las Escuelas de Verano.

La Escuela 13 de Nuevo Paysandú trabaja con 93 alumnos inscriptos. “Llegamos a tener 86, en realidad nosotros tenemos un cupo de 75 pero está la posibilidad de aumentarlo”, indicó la maestra directora Cecilia Ramírez.

En el marco del Programa Escuelas de Verano, el centro educativo trabaja bajo el proyecto “Escenarios lúdicos, una invitación para aprender juntos en la búsqueda de nuestra mejor versión”.

“Bajo la idea de que en vacaciones también se aprende, los estudiantes viven un verano en el que incorporan saberes y disfrutan al mismo tiempo, compartiendo experiencias que luego se transformarán en historias para contar a sus amigos”, señaló Ramírez.

En este sentido, se promueve un Verano Educativo con creatividad, donde disfrutarán de actividades lúdicas, recreativas y de propuestas que dan continuidad a los proyectos pedagógicos de las diversas instituciones educativas, “fortaleciendo el aprendizaje a través del juego y del arte, desarrollando actividades lúdicas corporales, plásticas y culturales como centro nucleador y garante de aprendizajes”.

Las docentes Giuliana Rodríguez y Sirley Hernández, junto a la profesora de Educación Física Rocío Gómez; el profesor de artes visuales Edgardo Benítez; las auxiliares de servicio Adriana Beltranchini y María Ábalos, y la maestra directora Cecilia Ramírez, trabajarán hasta el próximo 9 de febrero bajo este proyecto.

“La primera semana de trabajo la denominamos ‘Bienvenidos a la semana de la diversión del verano’”, explicó Ramírez quien destacó la predisposición de los niños y las familias.

Durante el mes tienen actividades de Ceibal en inglés dos veces a la semana con una propuesta interactiva en donde los estudiantes se motivan aprendiendo inglés jugando y cantando. Asimismo, tendrán dos talleres dictados por la Comisión Honoraria de la Lucha contra el Cáncer, en donde se hará énfasis en los cuidados de la exposición al sol; y tendrán talleres dictados por el INAU.

Los niños tendrán también actividades acuáticas en el Complejo Irene Sosa los martes y jueves, en tanto que por estos días disfrutan de un campamento en el Balneario Iporá, Tacuarembó, con los niños de entre 10 y 12 años.

Como es característico de este Programa Escuelas de Verano, los niños cuentan con comedor y tras las pautas generales brindadas por el Programa de Alimentación Escolar, se le brinda el menú correspondiente tanto en el desayuno como en el almuerzo.

“Llegan entusiasmados”

Todas las mañanas, el equipo de trabajo recibe a los alumnos y a las familias preguntándoles cómo se sintieron el día anterior, y se les comenta la agenda de la jornada con las actividades que desarrollarán.

“Los estudiantes llegan entusiasmados, con ganas; las familias lo toman como verdaderas oportunidades a estos proyectos de Escuelas de Verano en donde realizan actividades diferentes a las que hacemos durante el año, siempre con un componente pedagógico apuntando a lo lúdico y recreativo”, indicó Ramírez.

Se hace énfasis “en que el estudiante venga y se vaya contento, siempre estando en contacto cercano con las familias”.
“El contacto diario con la familia hace afianzar esa relación para que se sientan confiadas y den garantías de la atención que pueden recibir en este mes de trabajo”.

Además, hay un “gran compromiso del equipo docente, que trabajan en duplas pedagógicas, siempre con un trabajo colaborativo”, destacó la directora.