Años de selección genética y ahora incentivados por lluvias que cambiaron el panorama forrajero del campo, en el establecimiento “Cerro del Bombero” de la familia Bazzano-Falcone, de la zona de Merinos, departamento de Paysandú, ven con beneplácito que las ecografías realizadas en los vientres hasta el 15 de diciembre, permitieron verificar que había un 86% de preñez. El ingeniero agrónomo Juan Bazzano De León, explicó a EL TELEGRAFO que “la primera ecografía la realizamos hace poco más de una semana del ganado servido y sin ningún tipo de manejo extraordinario, obtuvimos un 86% de preñez de todo el ganado”. Precisó que “el entore lo empezamos los primeros días de noviembre con la inseminación de vaquillonas y después toros al resto de ganado”.
El productor sostiene que “algunas de las vacas falladas podrían estar ciclando al momento de la ecografía. Pensamos que en los primeros días de febrero, estaríamos sacando los toros y en marzo hacer la otra ecografía; seguramente en las vacas que fallaron habrá una alta probabilidad que muchas de ellas están preñadas”.
Explicó que las vacas “están en una condición corporal excelente, lo mismo que los terneros. Y la mejor opción, siempre es que la vaca críe a su ternero”, dijo respecto al análisis que se hace en el predio para un futuro destete. Acá lo que está jugando es obviamente una cuestión de disponibilidad de forraje, una cuestión de costos. A fin de febrero pensamos destetar y enseñar a comer a los animales. O sea, el destete va a ser anticipado y no precoz como lo hicimos desde el año 2009”.
Al tiempo de reiterar que los terneros “tienen un estado impresionante”, reconoció que cuando se separen los terneros de las madres, también se va a tener un ternero “más pesado que presentará menos dificultades de proseguir ese desarrollo y aprender a comer ración enseguida”. Y acotó: “hace años que no se veían terneros tan bien desarrollados y las vacas tienen mucha leche”.
GENÉTICA
Sobre la genética Polled Hereford que mejora año a año en el rodeo del establecimiento, dijo que “se ha manifestado este año en las categorías de recría. Hace muchos años que realizamos inseminación al rodeo del plantel, y desde el año pasado que nosotros cambiamos, pasamos a un ciclo incompleto debido al problema del déficit hídrico”. “Este año todas las categorías de recría tienen un estado que ha manifestado toda la genética y es impresionante como la expresión se da cuando tienen la alimentación necesaria para el desarrollo de los animales, tanto los toros y toritos, como los novillos”, explicó.
MUCHO PASTO
El cambio en el forraje de “Cerro del Bombero” ha sido significativo tras las lluvias, cambiando radicalmente en la actualidad. “La máxima altura de forraje que tuvimos en los tres años fueron de cuatro centímetros”, destacó.
En lo que va de esta primavera en la medición de primavera-verano “fueron más de diez centímetros lo que crecieron las pasturas”, dijo Bazzano. “Esto lo provechamos para colocar cargas altas de vacunos y que atrás entraran los lanares. Porque este año, a diferencia de los años de sequía, los lanares son los que se han visto más afectados debido a la altura del forraje y la gran cantidad de pasto que hay”.
Con el exceso de pasto, “lo que hemos hecho es aprovechar los campos más duros”, especificó el productor. “La pastura seguramente se pierde cuando se seque, por lo que debemos aprovechar esos potreros, y en las condiciones que estamos en este momento, el crecimiento es mucho mayor al requerimiento de los animales”, amplió.
