No habría tiempo de encarar nuevo proyecto para cementeras de Ancap durante el actual gobierno

Al no haberse presentado interesados en la licitación para la asociación de Ancap con privados en el negocio del cemento, no habrá tiempo durante el actual gobierno para encarar alternativas de mediano y largo plazo en esta área, por lo que será un punto que quedará para la próxima administración. En tanto en lo que resta de la gestión se seguirá trabajando en procura de minimizar las pérdidas de Ancap en la producción de cemento, que el año pasado se situó en el entorno de los 25 millones de dólares, indicó ante consulta de EL TELEGRAFO el subsecretario del Ministerio de Industria, Energía y Minería, Walter Verri.
Evaluó el jerarca que no se tiene previsto incorporar el horno que fuera adquirido hace una década para la planta de Nuevo Paysandú, debido al gran costo de la inversión y a obras y equipamiento complementarios que se necesitarían, a los que se debería agregar inversiones también en la planta de Minas, cuando no hay mercado que pueda absorber esta producción.

Precisó el subsecretario de Industria, Energía y Minería que “es una situación problemática, difícil; la expectativa que teníamos de que un socio se hiciera cargo de la asociación con Ancap, de darle continuidad al negocio del cemento, era muy alta, y lamentablemente no estábamos tan equivocados cuando veíamos enormes dificultades en dos plantas bastante vetustas y con enormes problemas por una diversidad de razones. Primero, por un equipamiento muy viejo, que requiere un alto mantenimiento y por una inversión muy alta que se necesita, pero además, tenemos un mercado regional que no tiene muy claro el panorama y que tiene además instaladas en la región una oferta importante del producto”.

Se resolverá en otro gobierno

“Todo esto conspiraba contra la posibilidad de tener un socio, pero también es cierto que si no hay privados que les interese instalarse, mucho más difícil es este negocio para el Estado. De todas formas, los tiempos de este gobierno seguramente no alcancen para tomar una decisión, por lo que entendemos que este es un tema que tiene que quedar para el próximo gobierno, porque lamentablemente no se pudo resolver”, reflexionó Verri.

Consideró que “ello no fue por falta de voluntad o por falta de acción, porque pusimos todo de nuestra parte, sino porque las condiciones no estuvieron dadas para encontrar un socio que se hiciera cargo del negocio del cemento en las condiciones que le planteamos. Seguramente haya que seguir trabajando en el tema y pensar de que pueda existir otro tipo de soluciones que seguramente en el tiempo que queda de gobierno, que es menos de un año, no se pueda concretar, no se pueda llevar a cabo, porque requiere mucho más tiempo, de planificación, de desarrollo, y posteriormente de ejecución, cualquiera sea la solución”.

“Por lo tanto desde mi punto de vista es un tema que deberá resolver el próximo gobierno, no sin dejar de reconocer que nos hubiera gustado poder resolverlo. Lo intentamos lograr, pero también tenemos que tener en cuenta que dos años de pandemia paralizaron cualquier acción que se pudiera tomar en el comienzo del gobierno, porque no nos olvidemos que el 11 de marzo, después de haber asumido el 1º, entramos en emergencia sanitaria. El país entró en la semiparalización, el mundo entró en la semiparalización, lo cual llevó a que la solución que queríamos buscar no se pudo instrumentar en los tiempos por esos dos años de pandemia”, explicó.

“Es decir, nos consumió un tiempo muy importante del gobierno para acciones de este tipo, porque se trata de procesos largos, competitivos, que dependen del mercado y lamentablemente no se pudo lograr. Yo soy de los que creo que ya no hay tiempo de tomar decisiones en este momento, y será tema del próximo gobierno, ya sea de la coalición –que creo que va a estar a cargo del próximo gobierno– o del que venga”, resumió el entrevistado.

Reducir pérdidas

Igualmente, “lo que sí tenemos en mente es tratar de minimizar los daños, las pérdidas por el negocio del cemento, que lamentablemente son altas, onerosas para el país”, precisó.

Trajo a colación que el negocio del cemento “desde hace unos quince o veinte años viene perdiendo dinero consecutivamente, y eso le genera a Ancap y al país enormes problemas. Este año que cerró vamos a estar en pérdidas del orden de los 25 millones de dólares en el área del cemento, lo que es mucho, y el objetivo es tomar algunas medidas que nos permitan bajar esas pérdidas en la medida en que podamos hacerlo”.

En lo que se refiere al horno adquirido por Ancap para instalarse en el complejo de la planta de Nuevo Paysandú, hace una década, dijo Verri que no se tiene previsto instalarlo por la elevada inversión que ello implica y las grandes dificultades para el retorno de la inversión, que significaría seguir acumulando pérdidas.
“Lo dijimos siempre, y no solo nosotros, lo dijo también el gobierno del Frente Amplio, que compró el horno y lo ha dejado tirado durante siete u ocho años, porque tampoco se decidió a instalarlo. Y no lo hizo porque tiene un costo altísimo y los números de la ecuación económica no le estaban dando. Por lo tanto es impensable que se pueda instalar este horno”, señaló.

“La solución tendrá que venir por la asociación con privados u otra alternativa, pero con el capital que hoy el Estado no tiene para hacer las inversiones que permitan ser más eficientes a la hora de producir cemento, habida cuenta además de que estamos cada vez perdiendo más nicho de mercado en el medio local y que el mercado externo está problemático”, sostuvo el jerarca.

“Es decir, por más que podamos producir más y mejor, a través de alternativas a la actual situación, en el futuro, si no tenemos mercados a los cuales exportar nuestros productos, tampoco vamos a lograr nada, y lo que haríamos sería producir más a mejor precio, pero sería para acumular si no tenemos a quien vendérselo. A eso aspirábamos con la asociación con privados, que tienen un mercado cautivo, que vienen de mercados muchos más grandes, donde la demanda es alta”, expuso el subsecretario de Estado.