Prefectura destacó importancia de procurar la mayor seguridad al navegar en el río Uruguay

Días pasados se llevó a cabo en la nueva sede del Yacht Club Paysandú una charla sobre seguridad en las actividades náuticas, a cargo del prefecto de Paysandú, Teniente de Navío (CP) Luis Zinno, y el alférez de Navío (C/G) Juan Tournabén. En principio también iba a participar Bomberos de Paysandú, pero debieron concurrir a un siniestro que ocurrió en esos momentos en Nuevo Paysandú.

Organizado por el YCP y convocado junto con los otros tres clubes de la costa locales, el Remeros, Club de Pescadores y Amandayé Ipeguá, contó con sala llena e incluso varias personas debieron seguirla desde las escaleras contiguas por falta de espacio.

Zinno comenzó refiriéndose al “control periódico de la embarcación que deben hacer los propietarios, independientemente de lo que haga la autoridad marítima”. Destacó la importancia de controlar el casco, que no tenga roturas o filtraciones, y su mantenimiento, que depende del material en que esté construido. Se explayó especialmente sobre las precauciones que se deben tener con los motores, con mayor énfasis cuando se trata de motores internos.

Respecto a éstos, dijo que “requieren un cuidado muy particular”; “mayor cuidado tienen que tener en aquellos que son a nafta”. “Hay embarcaciones que pasan 6 o 7 meses sin que nadie las toque”, y “esas embarcaciones tienen combustibles que quedan dentro del barco, que está al rayo del sol, sin ningún tipo de ventilación”, y eso genera gases potencialmente explosivos. No solo la nafta o el gasoil, sino “la pintura, el thinner o los aceites” pueden producir vapores; también cuando hay microgarrafas o aerosoles pueden tener pérdidas, por lo que recomendó antes de hacer cualquier movimiento en la embarcación ventilar por varios minutos la sentina y bajo cubierta, evitando cualquier cosa que pueda generar una chispa.

Sugirió además verificar que estén todos los elementos de seguridad a bordo, que funcionen correctamente, probar la bomba de achique, tener un cabo específicamente para remolque en casos de emergencia, etcétera.

Respecto a la navegación en sí, comenzó diciendo que “en los años que estoy acá he visto que el parque náutico ha crecido en forma exponencial” (…) “hay todo tipo de embarcaciones navegando, desde kayaks hasta lanchas último modelos con motores muy potentes, de 150 o 180 caballos de fuerza y más”; “embarcaciones que ‘levantan’ 40 o 50 nudos (70 – 90 km/h) fácilmente”. Respecto a estos últimos, pidió que “extremen las precauciones por la velocidad que alcanzan”; en el río “hay nadadores, otros que tienen muy poco franco bordo (altura sobre el agua)”, y lo que manejan “es un vehículo, potencialmente un arma” donde “con la cantidad de gente que está en el río es un peligro”. Dejó en claro que el patrón de la embarcación es responsable de lo que ocurra en ella y lo que pueda provocar a terceros, y si se produce una fatalidad por alguna imprudencia deberá responder a la Justicia penal, en tanto haber ingerido bebidas alcohólicas será un agravante.

En este sentido, desde el público hubo muchos reclamos por las motos de agua, que actualmente se han popularizado y suelen verse surcando las aguas a muy altas velocidades o haciendo maniobras que pueden resultar peligrosas. El prefecto pidió que denuncien estos casos y que, de producirse un siniestro grave, su responsable deberá hacerse cargo ante la Justicia, como ya lo había explicado.

También se habló sobre la importancia de contar con un equipo de VHF marino para comunicarse con Prefectura, que sirve tanto para hacer el despacho como para comunicar cualquier tipo de emergencia propia o de otra embarcación, y que es incluso más importante que un celular porque en una situación determinada no hay tiempo para hacer llamadas por teléfono, ni personas cercanas a quienes enviarles un mensaje. Lo más rápido y seguro es comunicarlo por el canal 16 de VHF donde siempre habrá alguien a la escucha; además por allí se puede recibir cualquier advertencia meteorológica de último momento.

Asimismo hizo énfasis en no sobrecargar la embarcación, puesto que ante cualquier cambio en las condiciones de navegación el sobrepeso seguramente será un factor determinante, y si bien en Paysandú no ha habido víctimas fatales, en cada temporada tienen que asistir a tripulaciones que terminan en el agua tras una zozobra.

Respecto al despacho de navegación, pidió que siempre se realice por teléfono o radio, aclarando la zona donde va a navegar y sin mentir, porque “si la embarcación no regresa a la hora prevista –o no se dio aviso de retorno— se activan protocolos de rescate, y siempre se empieza por el lugar que se declaró”.

Por último dejó en claro que el espacio es finito y todos debemos poder disfrutar con seguridad, por lo que pidió a los navegantes que actúen con conciencia y solidariamente.
La charla tuvo una amplia participación del público, integrado por gente que utiliza el río de distintas maneras, ya sea navegando en botes a remo deportivos, nadadores, pescadores, kayakistas, veleristas, quienes andan en lanchas ligeras, cruceros, etcétera, dando lugar a un interesante intercambio de distintos puntos de vista.