Solicitada: Hurto y mala voluntad

Quiero hacer público un episodio que tuvo mi hija dentro de una unidad de Copay, viajábamos de Paysandú a Montevideo, mi esposo, mi hija de 12 años y yo, su mamá; fue en la madrugada del 26 de diciembre, a la 1.50 Coche 11 número 043.

Tal vez para muchos es común cuando alguien se apropia de pertenencias de otras personas, pero para mí no y más de una niña que viajaba con una persona desconocida, ya que ese día salieron 12 coches de Copay llenos y no había lugares para venir juntas o con su papá; de todos modos su papá iba en el asiento 6, delante de ella y yo en el 3, mi hija venía en el 10. Ella cuando partimos escuchaba música en su tablet, tenía auriculares puestos, cuando le dio sueño guardó todo en su estuche, los auriculares Beats de Apple, los grandes, y dentro del estuche tenía unos inalámbricos de Apple también y el cargador del I Phone, metió todo en su mochila y se durmió. Cuando llegamos a casa aproximadamente a las 7 de la mañana, no tenía sus pertenencias, el estuche no estaba, la tablet sí. Quien se los sacó sabía el costo de las cosas. Mi esposo en ese momento fue corriendo a Tres Cruces, quedaron en llamarme, yo volví a ir en la tarde, al otro día, y en varias ocasiones, mandé mail al consejo y solo dijeron “lo lamento”, fui a la seccional 5 de Montevideo porque por WhatsApp me dijeron que debía hacer la denuncia para acceder a la lista de pasajeros y hasta el día de hoy nada… Envié la denuncia y mail y cero respuesta. Que quede claro que esto no fue un descuido, sino por la mala voluntad de alguien que aprovechó que la niña se durmió, es normal que todos tengamos sueño a alguna hora de la madrugada. Esta situación tiene muy triste a mi hija porque eran regalos de su tía, tenía valor no solo material sino sentimental.

Hasta el día de hoy no recibí más respuestas. No pretendo que los paguen aunque deberían, dado que fue dentro de la unidad y hurtados, no extraviados, pero no importa, solo quiero que se sepa que deben tener cuidado porque las unidades no tienen cámaras y tampoco hay una respuesta de parte de la empresa.

Que estos actos no queden en el olvido, porque para algunos niños sus cosas son sus tesoros y más cuando es difícil tenerlos.

M.R.