Audios de video del partido Sub 18 provocaron la suspensión del Instagram de EL TELEGRAFO

Las reglas de convivencia de las redes sociales son variadas y tiene como finalidad mantener una correcta vinculación entre sus integrantes, teniendo como base fundamental el respeto, aunque sabido es que esto muchas veces se incumple. Asimismo, existe una política de cumplir con ciertas normas comunitarias que buscan impulsar y proteger a la comunidad y sus miembros. Suele ocurrir que comentarios con palabras que refieran a insultos o discriminación son censurados y no queden activos y visibles para todos, o videos cuyo contenido sea similar a lo antes señalado.
En la pasada edición de EL TELEGRAFO se dio cuenta del lamentable hecho de violencia –ya repetida– durante la final del Litoral entre Soriano y Río Negro en Sub 18 Copa Nacional de Selecciones, celebrados en Dolores. Al subir un video a nuestras redes en formato de reel, donde podía escucharse un sinfín de groserías proferidas por los parciales, la plataforma bloqueó la cuenta de EL TELEGRAFO. La situación fue revertida tras el reclamo correspondiente y la posterior edición del video, que debió “censurar” con pitidos muchos de los exabruptos proferidos por la hinchada, entre los que se destacan los emitidos por voces femeninas. Lo llamativo del caso es que la dura sanción de Instagram hacia la cuenta de EL TELEGRAFO se deba a que en el audio se escuchan claramente groserías tan soeces emitidas por los parciales que el sistema automático de la red social consideró que se estaban violando las “normas comunitarias sobre servicios sexuales para adultos”, y entendió que se estaba “ayudando a coordinar” o “fomentando actividades sexuales”. Todo eso en base a las “palabritas” que gritaban los parciales en un partido de Sub 18…

NORMAS DE CONVIVENCIA

En algunos casos, Instagram permite contenido para la concienciación pública que, en principio, infringiría las normas comunitarias, siempre que tenga valor periodístico y sea de interés para el público. No obstante, primero se analiza su valor de interés público, se evalúa el riesgo de que pueda causar posibles daños y se toma una decisión en función de normas internacionales sobre derechos humanos. En tanto, dan a conocer ciertas pautas, como por ejemplo compartir solamente fotos y vídeos que cada usuario haya hecho o tenga derecho a compartir; publicar fotos y vídeos que resulten apropiados para una audiencia diversa; fomentar las interacciones significativas y genuinas; cumplir la ley; respetar al resto de los miembros de la comunidad de Instagram; contribuir a mantener un entorno de ayuda y no ensalzar las autolesiones; reflexionar antes de publicar eventos de interés; y ayudar a mantener unida la comunidad.