Este domingo marcó el comienzo de la Semana Santa para la Iglesia Católica, con la conmemoración del Domingo de Ramos, día que evoca el momento en el que Cristo entró triunfante en Jerusalén. En nuestra ciudad cientos de feligreses participaron de esta celebración –también llamada Domingo de Pasión– que se llevó adelante en las parroquias y capillas de los distintos barrios. En estas últimas tanto el sábado como el domingo se hizo bendición de ramos.
En la Basílica Nuestra Señora del Rosario y San Benito de Palermo, presidió estas celebraciones el párroco Ruben Avellaneda, ante un gran número de católicos. En el portón del Colegio del Rosario se bendijeron los ramos y luego se marchó en procesión por 18 de Julio hasta Montecaseros, donde se instaló un altar para celebrar la misa. Durante la procesión, los fieles llevaban palmas o ramitas de árboles locales como el olivo, el sauce, el abeto u otras, que son un simbolismo de “aclamación y alabanza”.
El término “Domingo de Ramos” proviene del evento que conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, mientras una multitud lo recibió agitando ramas de palma. El segundo nombre, “Domingo de la Pasión”, se atribuye al relato de la Pasión que se lee en este día durante la misa.
Según la “Carta de fiestas pascuales”, el Domingo de Ramos “abarca tanto el presagio del triunfo real de Cristo como el anuncio de su Pasión”.
Además, añade que “la relación entre ambos aspectos del misterio pascual debe evidenciarse tanto en la celebración como en la catequesis del día”.
Los sacerdotes usan una casulla (vestidura exterior) roja, porque lo que se recuerda este día es la Pasión de Cristo.
