Durante la llegada a Paysandú de los autos clásicos que participan del 19 Capitales Histórico, un grupo de espectadores esperaba con expectativa a uno de los competidores sosteniendo la bandera de Paysandú. Se trataba de los familiares de Diego Grampín, sanducero que junto a Matías Cuevasanta llegó en un Fiat 128 y despertó los aplausos de la multitud que se congregó en el obelisco.
“Hoy vinimos desde Colonia en una etapa de 430 kilómetros que tuvo un camino de tierra también” dijo Grampín a EL TELEGRAFO luego de su llegada el pasado martes. El piloto comentó que salieron a las 10 de la mañana del centro de la ciudad de Colonia y pasaron por Tarariras, Mercedes, Fray Bentos, y tomaron la ruta 24 hasta empalmar con la 3. “Estoy realmente feliz porque esta ciudad me vio crecer, me emociona realmente estar acá, viví 18 años en Paysandú. Acá tengo a toda la familia y amigos acompañándome y estoy súper emocionado porque al corazón lo tengo en Paysandú a pesar de que resido en Montevideo” agregó.
Según el piloto, la primera etapa fue accidentada y muy complicada, pues hubo mucho lodo en algunos tramos. “Son autos que en muchos casos están un poco bajos y hay alguna complicación; salirse de ruta es quedar fuera de competencia, por lo que tuvimos que redoblar esfuerzos, dejando un poco de lado los tiempos. Seguimos la hoja de ruta y la disfrutamos, y eso nos llevó a quedar algo rezagados en la clasificación general, pero acá de lo que se trata es de disfrutar, de vivir esta pasión por los autos clásicos, es una felicidad enorme realmente”.
El 19 Capitales mezcla competitividad con camaradería, y quizás sea esto lo que priorizan los participantes, que piensan primero en superar el desafío y dejan los resultados como algo anecdótico. Sin perjuicio de ello, Grampín nos comentaba que en la primera etapa se les rompió el brazo del limpiaparabrisas en medio de una lluvia torrencial y tuvieron que parar al lado de la ruta. “El cambio del brazo nos quitó algo de tiempo, pero más allá de eso pudimos seguir bien” aseveró. Y cerró mencionando que esperaban redondear el sueño de llegar a Montevideo luego de la larga etapa a Rivera (la más larga, con 630 kilómetros), pasando luego por Melo y Maldonado para llegar a Punta del Este y finalmente a la capital del país.
