La sonrisa no le cabía en la cara. La satisfacción por haber vendido el 5 de Oro resultaba evidente. Casi como si ella misma hubiera ganado los más de 37 millones de pesos que ofrecía el pozo del oro del sorteo del pasado miércoles.
Nancy Delpero, dueña de un pequeño kiosko ubicado en el medio de la vereda en Diagonal 300 y Enrique Chaplin, en Barrio Obrero, relató a EL TELEGRAFO lo que significó el premio que alguien se llevó y que todavía no sabe quién. Quizá nunca lo sepa. O sí.
“La Banca me comunicó, pero todavía acá nadie se ha presentado. Tampoco tiene la obligación, más vale que no. Pero quisiera saber, todos queremos saber”, dijo quien dirige –desde hace dos años, luego de que el suegro se la traspasara– la subagencia 8, vinculada a la agencia 4 de La Banca de Paysandú.
“Cuando me enteré estaba muy contenta, como si lo hubiese sacado yo. Porque realmente es así, por haber dado ese premio que tan lindo es. Siempre le decía a mi esposo, quiero que la gente saque algo lindo, para levantar. Para que el público se entusiasme. Es como una recompensa para todos”, subrayó.
Nancy no está segura si el tocado por la buena suerte es del barrio o no. “No sé, acá hay una pasada linda de gente que no son del barrio. La gente llega, sale a caminar, por ejemplo, y compra. Tengo un cliente que me juega muy bien, que suele salir a caminar y de pasada siempre se juega 2.000 pesos, 2.500 pesos”, comentó.
Los números que salieron en el 5 de Oro del miércoles, el 28, 33, 34, 43 y 44, fueron preferencias “raras”, según Nancy, lo que dificulta aun más saber quién pudo ser el ganador. “Vos fijate que si sacás ese dinero y te sabés administrar, vivís 30 años”, añadió Nancy haciendo cálculos.
Ahora, espera continuar en buena racha. Porque en alguna oportunidad, en la Tómbola, ha dado premios de 100.000 pesos, y el miércoles vendió una de 45.000. “Ojalá que siga así”, auguró.
