“Las mujeres uruguayas se mueren más de enfermedades cardiovasculares que de cáncer”

La Dra. Silvana Dotti, acompañada de sus colegas Betina Cadenasso y Alejandra Machado.

El 9 de marzo se celebra en Uruguay, desde hace ya 5 años, el Día Nacional de la concientización de la salud cardiovascular en la mujer. Es promovido por la Sociedad Uruguaya de Cardiología, a través del Comité de la Mujer y la Comisión Honoraria de Salud Cardiovascular, con el objetivo de “concientizar, hacer promoción y prevención de los factores de riesgo provocadores de enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio y accidente cerebrovascular, que son la principal causa de mortalidad”. Así lo destacó a EL TELEGRAFO la coordinadora de Cardiología de Comepa, Dra. Silvana Dotti, quien observó que “las mujeres uruguayas se mueren más de enfermedades cardiovasculares que de cáncer”.

La información del certificado de defunción revela que “a nivel nacional y mundial la principal causa de muerte en adultos mayores de 70 años son las enfermedades cardiovasculares, incluso por encima del cáncer”.
De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadísticas, en el 2022, del total de los fallecimientos en mujeres, 1 de cada 4 mayores de 75 años falleció de causa cardiovascular (superando el cáncer) y una de cada 5 mujeres de entre 55 y 75 años fallecieron de enfermedad cardiovascular.

ASOCIADO A MÚLTIPLES FACTORES

“Las razones son varias”, aseguró la profesional, explicando que en el caso de las mujeres la sintomatología puede tener “presentaciones atípicas”. En ese sentido, indicó que mientras “el hombre que hace un infarto de miocardio, tiene dolor en el pecho”, en el caso de la mujer aunque sí puede aparecer este síntoma, “pueden tener otros” como “falta de aire, suduración, mareos, ansiedad y que se pueden interpretar de manera distinta. Ello puede llevar a una consulta más tardía de la mujer”, advirtió.

Entre los factores de riesgo, identificó los “propios de la mujer, como por ejemplo la menopausia. El cambio hormonal que hay en este período, hace que aumente el riesgo cardiovascular”.
A su vez, este tipo de enfermedades también están asociadas al “envejecimiento de la población”, comentó. “Por suerte” la expectativa de vida hoy “en general es más alta, cerca de los 80 años”, por lo que “aparecen más enfermedades muchas de ellas prevenibles, tales como diabetes, hipertensión, dislipemia”.

“La depresión, el estrés, la ansiedad, también favorecen la aparición de enfermedades cardiovasculares”, agregó.
La Dra. Dotti recomendó que en el caso de ocurrencia de síntomas, como dolor en el pecho o mandíbula, falta de aire que se acompañe de sudoración, o síntomas similares a un estado de ansiedad, “es mejor consultar y que se descarte un evento agudo y no después encontrar un infarto evolucionado”. Por eso habitualmente, ante este tipo de síntomas “se debería hacer un control médico”, acotó.

“ESTAMOS BASTANTE AVANZADOS”

Consultada sobre cómo se encuentra posicionado Uruguay respecto a los tratamientos, consideró que “estamos bastante avanzados”.
En ese sentido, amplió que “los tratamientos con fibrinolíticos que pueden realizarse en Paysandú son desde el inicio de los síntomas: 12 horas para el infarto de miocardio y 4,5 horas para el ACV”.
Además “tenemos cerca el centro de hemodinamia en Salto, que está a 120 kilómetros, y también hay en Durazno, en Tacuarembó, en Montevideo y en Maldonado. A nivel nacional por suerte estamos bastante bien en ese sentido”, destacó.

A la vez, para los casos de accidentes cerebrovasculares, “en la mutualista funciona el Código Ictus”, mediante el cual independientemente del prestador de salud, se activa un protocolo que permite realizar tratamiento con fibrinolíticos a los pacientes que presenten un ACV isquémico y que consulten antes de las 4,5 horas de iniciados los síntomas. Esto puede “cambiar drásticamente el pronóstico de la persona tanto disminuyendo la mortalidad como disminuyendo el riesgo de secuelas y dependencia”, explicó.

PREVENIR

“En realidad, lo ideal sería tratar de prevenir” la aparición de este tipo de enfermedades cardiovasculares, a través de la promoción de acciones en ese sentido desde la niñez, consideró la entrevistada.
En esa línea, estimular desde el ámbito educativo y desde la propia casa hábitos saludables como “la práctica de deportes, evitar la obesidad, no fumar, hacerse chequeos, como el carné de salud para diagnosticarse diabetes, hipertensión”. En definitiva, adoptar “todas las medidas de prevención para evitar después tener una muerte que muchas veces pueda ser prevenible” y teniendo presente además que “los niños imitan el comportamiento de los padres”, cerró.