Proyecto “Lucero” se presentará en la Comisión de Ganadería de Diputados

El proyecto “Lucero” que expuso en febrero pasado en el local de la Liga del Trabajo de Guichón, su creador Sandro Daniel Fagúndez, como “una herramienta de prevención” de siniestros de tránsito en la vía pública o rutas nacionales provocados por equinos sueltos, fue presentado en municipios de Artigas.
“En Artigas existe una gran problemática con los caballos sueltos y hay interés en los concejos de Tomás Gomensoro y Baltasar Brum por esta iniciativa”, señaló Fagúndez a EL TELEGRAFO. Al encuentro efectuado en Guichón asistió el diputado del Partido Colorado, Juan Carlos Moreno, quien integra la Comisión de Ganadería y “recibí su llamado para hacer la presentación del proyecto en la comisión parlamentaria en Montevideo a mediados de abril”.
Fagúndez, camionero de profesión, expuso sobre su experiencia diaria en las rutas nacionales y caminos vecinales. En este marco, elaboró el proyecto “Lucero” que propone la colocación de implementos reflectivos en forma de bozales, arneses, cogoteras o polainas que otorguen visibilidad al animal suelto.
De acuerdo a su planteo, reconoció que el animal no se retira del espacio público, sino que se “trata de evitar el choque con los caballos sueltos, porque todo lo que hay punitivo, ya sea en decreto o en sanciones muy firmes, dice que los caballos no pueden permanecer en la vía pública”. Fagúndez manifestó su beneplácito “porque mi proyecto se tenga en cuenta. Hay una señal por conocer un poco más de esta iniciativa que va por salvar la vida de las personas y de los animales, porque hablamos de una problemática no resuelta en la vía pública”.
Recordó que el caballo “antes se usaba para el trabajo rural, pero ahora cada vez más se usa para el ocio. Son raídes, las marchas a la Meseta de Artigas o a la Patria Gaucha. Hay muchos caballos que se usan simplemente para eso, pero no es un auto que después se guarda en el garaje”.
Estimó que “a la Meseta van unos 14.000 caballos y el 80 por ciento de esos animales, muchas veces termina en la vía pública. Y en esos grupos van tenedores responsables e irresponsables de animales. Se usan, además, para hacer beneficios de personas enfermas en el ámbito rural con la organización de criollas. Se utilizan para generar dinero para una persona, pero son los que menos se tienen en cuenta cuando hay un accidente”.
Destacó que su proyecto “puede ser fundamental para el bienestar animal. Es sencillo, económico y fácil de instrumentar. Mi intención es llegar a un decreto obligatorio, tanto para aquellos que se encuentran en los cinturores de la ciudad, así como el que tira de un carro. Que lleven colocados estos dispositivos cuando queden al costado de las rutas. Incluso, que sea obligatorio en las marchas”.