“A favor de allanamientos nocturnos; no funciona marco legal para la marihuana”

Ministro de Trabajo y líder del Partido Independiente, Pablo Mieres.

El Partido Independiente apoya la propuesta de los allanamientos nocturnos, enmarcada en un plebiscito que habilitará o no una reforma constitucional a la búsqueda de cambiar la redacción del artículo 11 de la Constitución de la República.
Establece que “el hogar es un lugar sagrado inviolable. De noche nadie podrá entrar en él sin consentimiento de su jefe, y de día, sólo de orden expresa de juez competente, por escrito y en los casos determinados por la ley”.

Al menos el 55 por ciento del Parlamento aprobó esta iniciativa que quedó firme con las voluntades de los legisladores, con la excepción del Frente Amplio.
“Es una consulta popular que habrá que votar en octubre y el Partido Independiente tiene una posición favorable a eliminar la prohibición del allanamiento nocturno. Es una medida que está desde la Constitución de 1830 en adelante, asociada a un mundo totalmente distinto al de hoy. Antes era para preservar el domicilio de las personas en circunstancias donde no había luz eléctrica ni otras garantías que hoy están más que claras. Hoy se transformaron en una especie de refugio del delincuente”, dijo a EL TELEGRAFO el ministro de Trabajo y líder del Partido Independiente, Pablo Mieres.

Maniatados

Mieres señaló que durante la noche “aprovechan a hacer todo lo que no se puede durante el día. La Policía está maniatada. En el año 2016, cuando estaba en el Senado, propuse un diálogo y el expresidente Vázquez lo tomó. Hubo varias sesiones en Torre Ejecutiva y había bastante consenso en ir por esa línea. Pero no había una fórmula que fuera por la reforma de la Constitución”.

Recordó que los constitucionalistas opinaban que “no había forma legislativa de resolver el problema”. Con el plebiscito a favor de los allanamientos nocturnos, “vamos a resolverlo, pero es un instrumento que no va a solucionar el problema de la inseguridad. Sigo pensando que la estrategia de la Policía tiene que estar centrada en volver a los barrios”.

Mieres se manifestó en desacuerdo “con la concentración de grandes unidades policiales. Tiene que haber un fuerte aterrizaje de la Policía en los barrios, en las comisarías y de llegada a la gente. Es recuperar la territorialidad del trabajo de seguridad”.
De acuerdo al jerarca, “hubo tendencias al revés, porque el gobierno anterior, claramente, hizo una centralización y una tarea de inteligencia desde lejos. El policía en el barrio es clave. Al fin y al cabo es ahí donde se producen los episodios y el delito organizado. Se van armando las bandas de delincuentes. Los vecinos lo ven y saben. Pero una cosa es tener el respaldo de la Policía y otra, es sentirse desamparados”.

Población carcelaria

El otro aspecto vinculado a la inseguridad ciudadana, “tiene que ver con la población privada de libertad que cada vez es más. De alguna forma, también son más los que salen libres por día, mes y año. Si nosotros trabajamos con esa gente que vuelve a estar libre porque cumplió su pena, hay que darle un camino de salida positivo”.

Consignó que “una persona privada de la libertad debería estar ocupada”. Sin embargo, “hay un tema con el derecho de las personas, pero debería estar disponible el trabajo y la educación para cualquier persona que quiera estudiar y que pueda hacerlo. La situación de Uruguay es que la mayoría de los presos sale con una mano atrás y otra adelante, sin vínculos familiares y lo más probable es que tengamos reincidencia”.

Fronteras

Mieres reconoció “la falta de radares aéreos y acuáticos para incorporar en la logística que proteja las fronteras del ingreso del narcotráfico y bandas delictivas. Uruguay es un país de paso y de destino. Se está generando un embrión de organizaciones delictivas de mayor porte en el narcotráfico”.
Aseguró que comparte con Daniel Radío –secretario de la Junta Nacional de Drogas e integrante del Partido Independiente– que “el paradigma de la prohibición es un fracaso y, en realidad, hay que ir a otro esquema”. Consultado sobre si la vía es la regulación del mercado de las drogas, señaló que “el esquema es que se vuelva más liberal y al mismo tiempo, usar esos dineros que el mundo gasta en reprimir y combatir el narcotráfico, en rehabilitar”.

Marco legal que no funciona

Opinó que “si se usara la formidable fortuna destinada al combate y se sustituyera por rehabilitación y prevención, probablemente el fenónemo sería bastante menos grave. Pero, en realidad, es una discusión teórica. Para que esto sea viable, se requiere de un acuerdo internacional porque Uruguay no puede tomar decisiones fuera de ese marco. Con toda franqueza, creo que el marco creado para la marihuana es tan complejo que al final no funciona. Porque para liberalizar un producto hay que ponerle altos impuestos y no estas cosas raras que tienen un límite”.
Comparó que “el tabaco es una droga, genera adicciones pero es libre y está cargado con grandes impuestos. Con la marihuana se construyó un sistema complejo”.

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