Cae informalidad laboral pero es de un 70% debajo de la línea de pobreza; es mínima en Montevideo pero alta en el Interior

(La diaria)
La informalidad en Uruguay ha bajado levemente en los últimos años, al menos en su definición tradicional: son informales aquellos trabajadores que no realizan aportes a la seguridad social. La informalidad es un problema por varios motivos, entre ellos, porque es un agujero en la matriz de protección social y, por tanto, incide en el bienestar de la población. Tener a los informales “en el sistema” asegura más y mejores herramientas de protección social frente a shocks abruptos (como la pandemia), y posibilita mejorar el diseño y despliegue de otras políticas públicas.

La informalidad está estrechamente vinculada a problemáticas de pobreza y de baja productividad, y aunque no puede decirse que “son improductivos porque son informales”, es cierto que la informalidad conspira contra varios mecanismos de mejora de productividad. Además, es un debe desde el punto de vista de derechos.

A primera vista, no es un problema tan grande: los últimos datos disponibles de la Encuesta Continua de Hogares (ECH) para todo 2023 la ubican en 23,7%, y sabemos que datos más actualizados la ubican aun por debajo. Hay 386.330 trabajadores informales y el dato da para festejar, considerando, por ejemplo, que la informalidad asciende a 63% en Paraguay y 26% en Chile, a 15,3% en España, y 11,9% en Italia, o que, volviendo a Uruguay, cayó más de 15 puntos porcentuales entre 2005 y 2015.

Sin embargo, la ECH 2023 indica que la informalidad se concentra en “niveles socioeconómicos y categorías de ocupación” muy concretos. Asciende al 70,9% entre los adultos que pertenecen a hogares por debajo de la línea de pobreza y es de 63,3% entre cuentapropistas. Por edades, es de 34,4% para los menores de 25 años y 33% para los mayores de 55 años. Por otra parte, parece estar distribuida equitativamente entre sexos.
Geográficamente, la informalidad es mínima en Montevideo (16,8%) y asciende a 38,3% en Rivera, 45,6% en Cerro Largo y 52,5% en Artigas. Por sectores de actividad, la informalidad es de 55,2% en otras actividades de servicio, 46,2% en la construcción, 43,2% en actividades administrativas y servicios de apoyo, y 34,2% en alojamiento y servicios de comida. Ahora bien, una cosa es el sector de la empresa del trabajador informal (por ejemplo, alojamiento) y otra cosa es su actividad dentro de ella (por ejemplo, limpiador). Con esta distinción en mente, 13 actividades concentran el 50% de los informales.

Parte de la caída en la informalidad en los últimos años se debe a cambios en la estructura ocupacional en el mercado de trabajo, con migración de trabajadores de “sectores informales” a “sectores formales” (Brum et al., 2022). Es un error conceptual pensar que se puede reducir la informalidad a (casi) cero simplemente “formalizando” a todos los trabajadores en sus empleos actuales. Hay ocupaciones de muy baja productividad en las que la subsistencia del propio empleo depende de la no formalización y el no pago de aportes. Algunos países de la Unión Europea marcan un “piso” más real.
Parte de un Plan Nacional de Formalización es reconocer este problema y ofrecer a los informales caminos por los que puedan reconvertirse laboralmente y ser empleables en otros sectores o actividades de mayor productividad y mayor formalización que la que tienen. En este sentido, se destacan esfuerzos de la actual administración, como por ejemplo la creación del portal Mi Trabajo Futuro, que colabora con la reinserción laboral de los trabajadores en los sectores de actividad de mayor demanda.

DETECTARON 19 CASOS NUEVOS DE DENGUE

(MSP)
Según el último informe sobre el dengue en nuestro país, se detectaron 9 casos autóctonos y 10 importados. En total hay 360 casos autóctonos y 312 importados. Al momento, Canelones suma 53 casos, Colonia 19, Durazno 5, Flores 1, Florida 6, Lavalleja 5, Maldonado 50, Río Negro 6, Rivera 14, Rocha 6, San José 15, Soriano 5, Tacuarembó 2 y Treinta y Tres 1.

RELEVAN A COMANDANTE Y AL SEGUNDO DEL CAPITÁN MIRANDA

(SUBRAYADO)
La Armada Nacional resolvió relevar al comandante y al segundo al mando del buque escuela Capitán Miranda, informó este sábado el vocero de la fuerza, Alejandro Pérez. La decisión se tomó “por entender estos que las condiciones establecidas no permitirían el cumplimiento de manera eficiente del viaje de instrucción que se iba a iniciar”, indicó.
El relevo de la comandancia del buque obligó a postergar la zarpada del Capitán Miranda, prevista para el miércoles. Pérez sostuvo que la nueva fecha será informada a la brevedad.
Construido en 1930 en el puerto de Cádiz, en España, el Capitán Miranda fue pensado inicialmente como un buque hidrográfico para investigaciones oceanográficas y la confección de cartas náuticas, en 1977 se convirtió en buque escuela.
Tras la remodelación, el 20 de octubre de 1978 partió en su primer viaje de instrucción, que luego repetiría anualmente. En junio de 1993, el buque volvió a un astillero de Cádiz para una remodelación total que implicó el desarmado y rearmado de la nave. El 18 de octubre de 2023, el Capitán Miranda arribó al puerto de Montevideo en lo que fue el 33.º viaje de instrucción con 81 guardiamarinas, visitando 23 puertos de 11 países en un recorrido de 202 días.

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