El intendente Nicolás Olivera confirmó que “en estas horas y antes del viaje al exterior del Presidente de la República” se declarará la emergencia vial. Por otro lado, el Ejecutivo departamental enviará a la Junta Departamental, para su aprobación, “un cambio de norma” para endurecer las multas a quienes transiten por la caminería en forma “irresponsable”.
“La realidad es más tozuda que cualqueir declaración que pueda hacer. Hay un deterioro importante en la caminería, fruto de que solamente en marzo llovió casi 4 veces más que lo que llueve en la media histórica y sigue lloviendo”, dijo a EL TELEGRAFO.
“No quiero atribuir responsabilidades únicas, pero está comprometido el uso irresponsable de los caminos. Está vigente el hecho de que, si alguien provoca un daño a partir del incumplimiento de una norma, nosotros tenemos los mecansimos legales para hacerle pagar a cualquier individuo”, agregó.
Olivera explicó que “si a partir de una infracción de tránsito, un conductor rompió una columna de alumbrado, tiene que pagar esa columna. En el caso de los caminos, si se transita en infracción, obviamente hay una responsabilidad de reparar el daño”. De acuerdo al intendente, “lamentablemente se está implantando un comportamiento y es que aquellos que tienen una espalda grande, se sienten impunes de poder contravenir la norma”.
De esta forma, el jerarca departamental manifestaba nuevamente su molestia por el tránsito con rolos que una empresa efectuaba por la caminería rural. “Puntualmente hoy (por ayer lunes), UPM de vuelta. Estaba yendo a Guichón y veo salir un tritren cargado hasta arriba de madera por un camino, mientras estaba lloviendo. Yo mismo me ocupé de filmarlo. Por supuesto, di cuenta a la empresa porque nos toman de tontos y después activaremos los mecanismos legales. Pero, ¿así se quiere manejar esa empresa en Paysandú y en Uruguay?”, cuestionó.
MULTAS
Olivera anunció que “se elevará en estos días a la Junta Departamental, un cambio de norma donde –obviamente– las multas que se pongan sean muchísimo más severas de lo que son. Evidentemente tenemos que buscar otro mecanismo porque la desidia que hay en el cumplimiento de la norma por parte de algunos es particularmente temerario”.
Agregó que “es temerario saber que no se puede hacer y lo hacen de gusto. Porque importa mucho más la realidad empresarial que la realidad del camino, de los vecinos, de la Intendencia y de la norma. Nos están empujando a hacer algo más”, concluyó visiblemente molesto.