
La Vela Puerca se presentó en Paysandú, pocos días antes de iniciar una gira por sus 30 años que los llevará por España, Alemania y luego países de Latinoamérica. Este momento “lo vivimos con felicidad”, expresó Sebastián “Cebolla” Cebreiro (cantante) en la conferencia que ofreció en el Gran Hotel junto a Santiago Butler (guitarrista).
“Imagináte que después de 30 años, nosotros en el escenario estamos las mismas personas que fundamos esta banda. Sí sumamos gente porque empezamos siendo 6 y sumamos 3 más, pero los fundadores estamos acá”, remarcó. “Es un orgullo haber transitado las 10 mil realidades que tuvimos que pasar, cada una en su presente”, subrayó, entendiendo que en estas instancias “hemos trascendido lo que significa tener una banda de rock”, pues “nosotros estamos mucho más tiempo abajo del escenario que arriba”. Es por ello que “es fundamental que tu vida bajo del escenario sea más utilitaria que lo que puedas hacer arriba del escenario”, observó. “Podés tocar con un músico virtuoso y llevarte mal, eso sería espantoso, y no sería para nada redituable en lo humano. Entonces eso es parte del secreto que nos tiene 30 años vigentes como amigos”, apuntó.
Consultado sobre lo desafiante que fue para ellos proyectarse en el ámbito internacional, en un contexto muy distinto al actual, como fue cuando iniciaron su banda, Butler recordó que “en el 95 fue el momento de arranque” y luego, gracias a que tenían amigos en Argentina, llegaron a Buenos Aires y comenzaron “a crecer ahí”. Tras la edición del disco por parte de Universal en Alemania, llegan a ese escenario europeo, con una maratón de conciertos “sin parar”, y luego sería el turno de España, donde “nos encontramos un poco más en casa porque Alemania no deja de ser un país extraño, pero hermoso”, refirió. También en aquellos años se presentaron en México, y paulatinamente se van sucediendo presentaciones en distintos países de Latinoamérica, como Chile, Paraguay, y más recientemente “empezamos hace un par de años a ir a Colombia”, apuntó. “Hemos encontrado el cariño de tanta gente en Medellín, en Bogotá, Asunción, Santiago de Chile, México. Es increíble, se van abriendo puertas y hay que estar. Como dice Seba, eso de mantener el grupo, mantener los amigos”, porque “el momento del concierto es un rato, son dos horas”, coincidió.
“Aparte, en el año 95 no había un historial de una banda que saliera y girara”, agregó de su lado Cebreiro, de manera que en ese momento “había que aprender todo, no había a quién preguntarle”, contó. “En esa época hubo que construir la escena, que no la construimos nosotros solos” sino que “fuimos parte de ese proceso que se gestó”, observó, asegurando que “estuvo bueno el desafío”.
LAS CANCIONES DE ROCK SON LAS QUE PERDURAN EN EL TIEMPO
“Las canciones de rock, más allá de las épocas, son las que terminan perdurando en el tiempo. El rock nunca está de moda y eso para mí lo tiene a salvo”, opinó el cantante. “Creo que las canciones de rock son las que mantienen la escena vigente en el presente que se viva. Hoy también”, reafirmó.
“Como dice Seba el rock sigue moviendo”, coincidió el guitarrista. “Vos vas a ver una banda de rock que te mueve, que el cantante dice algo que es significante, ves la banda (que) suena, porque también nosotros somos tracción a sangre, somos guitarra, bajo, batería, y ves que estamos dándolo todo en el escenario, eso siempre contagió”, afirmó.
“Somos una banda que lo damos todo y le metemos sentimiento”, reafirmó, celebrando que hoy a sus shows asisten hasta tres generaciones. Esa repercusión y vigencia se da “gracias a lo que es esta banda” y en la que “hay una química entre nosotros, que siempre se dio entre las personas, la letra y la actitud, y sigue llegando , sigue funcionando”, significó.