El “crecimiento desde el Interior” que sigue huérfano de apoyo

En el marco de la celebración de los 120 años del Centro Comercial de Salto, el ministro de Economía y Finanzas, Ec. Gabriel Oddone, brindó una charla respecto a “La importancia del Interior para impulsar el crecimiento”, organizada por la mencionada entidad y la Confederación Empresarial del Uruguay (CEDU), que nuclea a centros comerciales del Interior. El tema desarrollado por el secretario de Estado es de particular importancia, porque hay una realidad que se percibe y se genera respecto al país desde Montevideo, asimilado por gran parte de la dirigencia política y de muchos actores como el “Uruguay”, y a lo sumo se extrapola hacia el Interior --como una concesión--, la realidad que se percibe desde esa ventana asomando al Plata, de espaldas al país. Sobre esta charla, el semanario La Mañana recoge expresiones de Guillermo Luzardo, secretario de CEDU, quien destacó que el evento se realizó en conjunto con la Asociación Agropecuaria de Salto, “con el objetivo de mostrar de alguna manera la realidad del Uruguay. Nosotros hicimos un trabajo encabezado por el Ec. Pablo Cortondo y el Mag. Nicolás Remedi sobre los indicadores que manejan todos los departamentos en términos de empleo, de inversión, de desarrollo, así como de los subsidios que tiene el Estado, como los fondos de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANII) destinados a la innovación empresarial”. En este aspecto, este estudio estableció que nada menos que un 79 por ciento de los fondos volcados por la ANII en el período 2008- 2024 fueron destinados exclusivamente a Montevideo, un 16 por ciento al resto del país y solamente un cinco por ciento a los departamentos del norte. Acotamos por nuestra parte, que seguramente del 100 por ciento de estos fondos, por lo menos un 90 por ciento correspondió a la zona metropolitana, es decir a Montevideo y departamentos que lo rodean, lo que da la pauta de la asimetría geográfica en cuanto a los fondos que ha volcado el Estado con este destino en el período considerado, de 16 años, pero además con cifras que serían aún más acentuadas si se fuera hacia atrás en el tiempo evaluado. Por supuesto, el centralismo Montevideano no empezó en este siglo ni nada que se parezca, sino que se remonta al fondo de los tiempos como nación, solo que con el paso de los años en lugar de haberse logrado mitigar este efecto de embudo hacia el sur, lo que se ha hecho más bien es consolidarlo, salvo algunos elementos aislados que por regla general no han movido la aguja. Y respecto a las inversiones de la ANII, Luzardo evaluó al mencionado semanario que “esto marca una clara disparidad, porque estos departamentos, aparte de tener índices de empleo, inversión y desarrollo menores que el resto del país, son los que necesitan más inversión del Estado para lograr una innovación empresarial que equipare esa disparidad. Sin embargo, se da al contrario: la mayor inversión o subsidio del Estado se concentra en Montevideo. A su vez, en cuanto a los fondos industriales del Ministerio de Industria, un 60 por ciento va a Montevideo, un 31 por ciento a otros departamentos y solamente un 9 por ciento al norte. En estas cifras, naturalmente, no se toma en cuenta tampoco que la zona metropolitana seguramente está en el orden del 90 por ciento de la captación de estos fondos, en desmedro del Interior lejano, como es el norte y zonas fronterizas hacia el Este. La buena noticia que da el dirigente de CEDU, si así se puede considerar algo que está todavía en los papeles, es que “en el evento anunciamos la creación de un centro de estudios en el norte del país para establecer, a través de información y datos objetivos, cómo podemos equiparar todas esas desigualdades. Este centro va a estar gerenciado por el Centro Comercial de Salto y CEDU, e invitamos a todos los centros comerciales y distintas instituciones que quieran sumarse, sobre todo con el aporte de información territorial, que es fundamental para tener información de mayor calidad”. Lo que está muy bien, porque siempre es conveniente y más aún, necesario, respaldar con cifras lo que indican otros parámetros locales y la realidad que percibimos en el día a día quienes habitamos en el Interior y sobre todo en el norte del río Negro, que es seguramente la zona menos favorecida por los recursos y políticas del Estado que siempre encuentran la vuelta para que la capital se lleve la parte del león a la hora de la distribución de los recursos y cumplir los objetivos en las políticas públicas. Como decíamos, más allá de las cifras que reafirmarán inevitablemente la realidad que percibimos todos los días en el Interior, según da cuenta Luzardo, en el marco de esta charla el propio ministro de Economía y Finanzas afirmó no estar ajeno a este escenario: “el ministro (Gabriel Oddone) comentó que es muy consciente de esta realidad del Uruguay. Allí, adelantó que estaban trabajando en la reglamentación de la Ley de Fronteras, que al poco tiempo de asumir este gobierno fue votada por ambas cámaras y aprobada, y ahora está a disposición del Poder Ejecutivo, que ya informó que en noviembre estará pronta la reglamentación para su puesta en marcha. En principio la ley aplicaría solamente para la frontera con Brasil por la diferencia cambiaria con ese país, que hoy es muy relevante. No aplicaría para la frontera con Argentina porque la brecha de precios no lo amerita, salvo que se agrande”. Surge de estos elementos que evidentemente la dirigencia capitalina todavía no ha asumido en su real dimensión el perjuicio que causa a los departamentos del Litoral --sobre todo Salto y Paysandú, y en menor medida Río Negro-- el cruce masivo para compras en la vecina orilla, lo que explica que el gobierno haya reducido la magnitud de la devolución del Imesi a las naftas, y que hasta ahora haya hecho oídos sordos a los planteos de fuerzas vivas y autoridades de los departamentos de la zona para que la tarjeta Recompensa del BROU retome los descuentos que se habían instituido para compras en el comercio local, de forma de hacer más competitivos bienes y servicios de este lado del río, en defensa de la actividad y del empleo en esta orilla. Claro, ocurre que históricamente y durante los gobiernos de todos los partidos, en Uruguay las cosas no suceden hasta que pasan en Montevideo, y en este desfasaje, el que lleva las de perder es el Interior, porque las respuestas, cuando llegan, lo hacen tarde y mal, cuando ya la mayor parte del daño ya está hecho. Señala el dirigente de CEDU “la falta de competitividad que tenemos sobre todo en las fronteras, donde hay diferencias de precios abismales tanto en el sector industrial como en el sector comercial, que nos impiden ser competitivos con los productos que nosotros fabricamos o vendemos”, en tanto evaluó que “si no se hace algo por lo menos en el norte del país, la poca industria que tenemos va a tender a desaparecer, porque no somos rentables”. Precisamente ese es el punto: si no se ponen en marcha políticas diferenciales para tender a cambiar una realidad que rompe los ojos seguiremos asistiendo a la desaparición de más fuentes de trabajo al norte del río Negro, a más emigración hacia la capital, y a mayores asimetrías en oportunidades para nuestros jóvenes, en el marco de un círculo vicioso que hasta ahora no se ha tenido la voluntad política de quebrar desde el poder central, más allá de los enunciados y palmaditas en el hombro de siempre.

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