
Personal de Bomberos trabajó sin pausa por caída de árboles y voladuras de techos

El fuerte temporal que azotó a Paysandú durante la madrugada del domingo también generó una intensa labor para el personal del Destacamento de Bomberos, que desde las primeras horas se vio obligado a desplegar todos sus recursos ante la gran cantidad de llamados recibidos por incidentes provocados por el viento.
El jefe del Destacamento de Bomberos, oficial ayudante Nerio Da Motta, indicó que la jornada comenzó muy temprano. “Recibimos el primer llamado alrededor de las 6.30 y ahí ya desplegamos un móvil por el tema de árboles caídos y voladuras de techo. Fueron muchos llamados a la vez, tuvimos que ir priorizando en virtud de las necesidades. Por suerte, dentro de todo esto, no tuvimos personas lesionadas, que es lo importante”, señaló.
Entre los principales eventos, detalló que “varios árboles cayeron sobre la ruta, sobre todo en los kilómetros 360, 362 y 362,500. Y dentro de la ciudad también hubo un par de árboles caídos. Trabajamos en coordinación con la gente del Cecoed y la Intendencia de Paysandú, lo que fue muy importante porque nos vimos sobrepasados en la cantidad de intervenciones”.
También atendieron “un par de voladuras de techo, felizmente sin personas lesionadas, que es lo que a nosotros más nos importa”.
OPERATIVA PRIORIZADA
Sobre la operativa desplegada, Da Motta explicó que el equipo debió priorizar las intervenciones más urgentes, en función del riesgo. “Tratamos de ir atendiendo primero lo más complicado. En voladuras de techos se registraron daños estructurales, pero también tuvimos trabajo sobre la ruta, aunque por suerte no hubo accidentes. La gente y los automovilistas se dieron cuenta a tiempo de los árboles caídos, y eso evitó consecuencias mayores”, destacó.
A pesar de la magnitud del temporal, no se registraron siniestros de tránsito ni personas heridas, lo que fue considerado un aspecto positivo por el cuerpo de Bomberos.
El jefe del destacamento valoró la coordinación entre Bomberos, Cecoed e Intendencia, que permitió atender de forma simultánea los distintos llamados. “Cuando se dan eventos de este tipo, es clave el trabajo conjunto y tener el apoyo de personal de otras instituciones fue fundamental para liberar calles y asistir a los vecinos”, remarcó.
VIENTO Y NO LLUVIA
Consultado sobre la presencia de agua acumulada en distintos puntos de la ciudad, Da Motta explicó que, si bien hubo anegamientos, la mayor parte de los problemas fueron causados por el viento y no por la lluvia.
“Hubo mucha agua acumulada en pocos minutos, pero en esta ocasión no fue necesario intervenir por ese motivo. Lo prioritario fueron los árboles que cayeron y las voladuras de techos”, indicó. Generalmente, cuando hay lluvias muy intensas, se producen filtraciones o reboses de cañerías, pero esta vez el viento fue lo que marcó la diferencia.
Según el oficial, las intervenciones estuvieron concentradas en zonas donde el viento sopló con mayor intensidad, coincidiendo con el relevamiento realizado por el Cecoed. “La lluvia vino acompañada de ráfagas muy fuertes, y eso determinó el tipo de intervenciones que realizamos esta vez”, concluyó.